martes, 26 de febrero de 2008

Con una ayudita de mis amigos

Esa viene a ser la idea esta vez. Colaboraciones de algún que otro amigo entrañable, que tengo el gusto de transcribir en mi blog. Reflexiones que están buenas de leer.
Así que con una ayudita de mis amigos, decían los famosos cuatro Pickles de Atlántida. Ese fue uno de sus grandes éxitos: "Cuatro pickles en el choripan y mucho condimento en mi chivito". O por ahí eran sueños de Pochita...
Bueno, sin más preámbulos, vuelco las ideas de un amigazo:


CARTA A MI MISMO

Uno a veces no tiene ni la menor idea de porque se pone a escribir, yendo más allá, no tiene idea de porque hace lo que hace, y aún más lejos, el porqué de estar vivos. Tendencias suicidas tuvimos todos, en mayor o menor medida, pero en algún momento de nuestra vida nos preguntábamos simplemente ¿porque? Y claro, ¿porqué?, ¿si no es acaso que el tiempo que tenemos es poco o no el suficiente para hacer lo que quisieramos? ¿Y qué es lo que quisieramos hacer? ¿Qué es lo que nos completa, lo que nos devuelve la sonrisa a la cara? ¿Qué es la felicidad? Preguntas ya hechas, respuestas ya aclaradas. Casi se podría decir que no hay nada que cuestionar, porque prácticamente todos sabemos que no existen verdades absolutas, pero que existen mentiras que, a fuerza de ser repetidas, se convierten en verdad. Entonces, si todo es tan en vano, ¿para qué estamos acá? Para cada uno de nosotros la respuesta es distinta, y tal vez cambia a medida que crecemos ¿Pero en que forma crecemos? ¿Crecemos como personas, crecemos físicamente? Que será de nosotros, nos preguntamos. Si todo sigue así, ¿cómo terminaremos? ¿Nos sirve realmente tener apoyo de otras personas con nuestras mismas preocupaciones y miedos? ¿Cuál es el desarrollo personal que logramos a lo largo de nuestras vidas?

Yo no tengo la respuesta a todas las preguntas, pero quizás con la ayuda de otros sí la consiga con el tiempo. Me di cuenta que, a pesar del poco tiempo vivido, puedo llegar a una conclusión que, a mi forma de ver las cosas, justifica muchos interrogantes en nuestra vida, aunque no es la respuesta a todo. Es, simplemente, el AMOR. El amor puede hacer que alguien que ya se crea derrotado, recupere la fe y la esperanza. Parece mentira, pero el amor realmente mueve montañas. Por lo menos, en mi caso fue así. Fui creyendo que no habría más nada en mi vida, después de ciertos episodios que me marcaron una forma de ser que a veces me reprocho, pero que aprendí a aceptar y mejorar con el tiempo.

Para mí, el amor es la excusa para vivir. La excusa perfecta. Y es algo casi milagroso que te ocurra, que cuando llega, deseas que dure por siempre. Porque el verdadero amor dura mucho tiempo. Por eso, aunque tengamos poco tiempo en esta Tierra, no podemos perder la oportunidad de enamorarnos, porque enamorarse es encontrarse en un punto alejado de la línea de tiempo original, donde no importa si pasan los días, meses o años, seguís sintiendo lo mismo. Por lo menos así lo veo yo, que mucha experiencia no tengo, hablo más por las victorias ajenas y fracasos propios. Me di cuenta que, aunque a veces sea más que obvio, nunca dejes pasar la oportunidad de decirle a alguien que lo quieres, que lo extrañas, que lo deseas, que lo amas, porque, justamente, el tiempo que nos toca no es mucho.

Qué se yo, me parece a mí, estas "conclusiones" las pensé un Lunes 5/7/2004 a las 13:32. Me pasó algo raro mientras escribía, las ideas fueron saliendo, casi sin querer. Recuerdo unas frases que leí una vuelta cuando tenía 17 años y que, sin saber porqué, me dieron cierto golpe emocional, que me hicieron no olvidarlas:

1) "LA FINALIDAD DE VIVIR NO ES LA DE CONVERTIRSE EN ESQUELETO"; y

2) "EL FRACASO COMIENZA CUANDO CEDE EL ESFUERZO"

Hay 2 más, una la aprendí hace poquito, irónicamente en un trabajo que casi se encarga de quitarte las ganas de vivir, como Coto; la otra se me ocurrió hace 3 segundos:

3) "LA CLAVE DEL EXITO CONSTA DE 8 PALABRAS: NUNCA, NUNCA, PERO NUNCA TE DES POR VENCIDO"; y

4) "EL AMOR ES LA EXCUSA PERFECTA PARA VIVIR".

No sé si estarás de acuerdo con lo que escribí, capaz que no. Capaz que yo mismo lo lea dentro de un par de años y diga: "Qué salame que era, cómo voy a escribir eso". Pero en fin, es lo que pienso yo, en el aquí y ahora. Ésta fue una apreciación muy personal de algunas cosas en las que pienso yo, trataré de no mostrarla a todo el mundo, porque además de ser mis pensamientos, seguramente todos pasamos por lo mismo cuando nos gusta alguien. ¿No?

Autor: Luciano Gabriel Mamani