lunes, 29 de febrero de 2016

Capítulo VI. Cayo Coco



(Del 29/01)

Sigo escribiendo con la expectativa de que en algún momento, en algún lado, pueda volver a conectarme y se envíen estos whatsapp. Además, ya sea que en algún momento logre conectarme, o no, lo que voy relatando a cada compañero, amigo o familiar, me queda como crónica de viaje e inclusive quizás a la vuelta lo publique en mi viejo blog, como para volver a darle algo de vida.
Eso si, Silvina se conecta sin dificultades, el problema (vaya a saber por qué razón) es de mi teléfono.

Hoy es el primer día completo que pasaremos en el Hotel Sol, de Cayo Coco, luego de llegar ayer por la tarde. Acá la vida y el buen pasar, son realmente de gran bacán. Uno se siente (casi como) un pequeño burgués por tres días. Como olinclusiv que es (en el caso de las comidas), se corre muy fácilmente el riesgo de caer en excesos.

Por caso, hace unas horas en el desayuno, luego de tomar un poco de jugo de piña con un panqueque repleto de trocitos de bananas con chocolate, el café con un plato que recargué con huevos revueltos y pancetas, me dejó turulato y tan pesado como para quedar sin ganas de meterme al mar (inédito para mí, que teniendo al mar enfrente, me meto ya sea con frío, lluvia o nieve).

El mar es realmente ese de las postales (igual, no le daré tregua por demasiado tiempo; a la tarde me zambulliré seguro). Del verde clarito y blancuzco de la orilla hasta llegar a las rompientes más azuladas, desde la reposera (acá les dicen tumbonas) el efecto es parecido al de suspenderse todo; el tiempo, las preocupaciones más opresivas, las más superficiales, el divagar en diversas pavadas... Algo raro, aunque por supuesto, gozoso. En líneas generales, disfruto más de la otra clase de vacación, que apunta más a conocer el país y sus calles, aunque por supuesto que acá se la pasa de película.

El viaje en micro de un lugar a otro del país, en general, junto a la vista de los campos y paisajes se hace llevadero con la lectura que me traje. "El hombre que amaba a los perros", que cada vez que retomo un capítulo no puedo parar hasta el siguiente y dos números de "En defensa del marxismo", con algunos artículos especialmente interesantes.

En fin, varias cosas más; el Lada pequeño que nos trajo ayer de la terminal hasta el Hotel, la cena de etiqueta a la que iremos a la noche y la espuma del mar que invita a soñar y nada más (ni nada menos).

viernes, 26 de febrero de 2016

Capítulo V. Santa Clara

(Del 28/01)

Ya estamos en la terminal, esperando para salir de Santa Clara hacia Ciego de Ávila. Tempranito, antes de las 8 nos levantamos y fuimos a dar una vuelta, a comprar algo dulce para el viaje. Por suerte lo hicimos, porque sino nos hubiéramos perdido un numeroso y nutrido acto escolar, callejero y municipal que desfiló hasta la plaza central. Conmemorando el natalicio de Martí, incluía carruajes, objetos (como unos zapatitos rosados en una caja) y nenitos  con sus uniformes de pioneros y otros caracterizados de personajes de la época.

Por causa de las calles cerradas por el acto y el desfile, el taxista que nos vino a buscar tuvo que dar unas vueltas bárbaras. Ameno, nos contó de lugares históricos muy interesantes -de camino a la terminal- que no llegamos a conocer. El regimiento 31 (anteriormente una escuela) fue el lugar donde, al mando de El Che, se libró una batalla muy importante contra los batistianos, necesariamente previa a la del Tren blindado. También, junto a ese lugar, pereció "El Vaquerito", un jovencito que fue uno de los mejores combatientes que peleó junto al Che, por quien fue motivo de expresión popular la frase " Comandante, perdimos a cien hombres", a causa del coraje del Vaquerito, quien combatía siempre de pie y sin temor a ser herido.

Ah, también supimos de la loma del Capíro, de mucha belleza natural y de interés histórico (dado que allí se dio una de las últimas batallas de la revolución, a fines del '58). Tiene un mirador desde el que se admira toda la Ciudad, pero nos enteramos tarde como para llegar a conocerlo

jueves, 25 de febrero de 2016

Capítulo IV. La Habana y Santa Clara

(Del 27/01)

Ya hace una semana que llegamos a Cuba. Ayer estuvimos nuevamente en La Habana. Fuimos a La Plaza de la Revolución, con los edificios con la imagen de El Che y de Cienfuegos. Pasamos por la Biblioteca Nacional, entramos a conocer el cementerio y paseamos por El Malecón (la rambla), que es muy lindo. Acá la comida es más rica de lo que esperaba. Abunda el bistec de cerdo o pollo con arroz moro. Rebuscandoselas es posible encontrar comida rica en moneda nacional (y no en CUC, lo que cuesta todo lo de turistas), como pizzetitas y hamburguesas como las que comimos últimamente.

Hoy estamos en Santa Clara. La plaza central es muy linda, hay teatros del S. XIX que visitamos, aunque está atestada de gente durante el día. Las calles de más adentro son muy bonitas y tranquilas, con parvas de autos antiguos de distinto tipo y pajaritos renegridos.

Infaltable al venir acá, fuimos a ver el tren blindado (está tal cual como traía a los soldados de Batista y por abajo se le ve la madera devorada por las molotovs que le tiraron los soldados revolucionarios). También está el tractor con la pala de carga con la que El Che hizo descarrilar al vagón con la artillería y los 408 soldados de Batista.
Todo esto nos lo hubiéramos perdido si no hubiera sido por la gentileza de Luis, el guía que nos permitió pasar, ya que ni nos imaginábamos que habían pasado 45 minutos del horario de visita.

Ahora estamos en una marcha de antorchas en la plaza central de la ciudad, con motivo del natalicio de José Martí. Está por empezar. Hay un clima de fiesta popular muy lindo.
Mañana nos vamos a Ciego de Avila y de ahí a Cayo Coco, unas playas de postal.

P.D. De yapa, la procesión de antorchas terminó en La Plaza de los Mártires con un show increíble. Tocó Yoyo Ibarra, un Yastin Biber latino con una banda que musicalmente la descocía. El público era de más de tres cuadras, con bocha de pibitos de 14/15 años con el uniforme escolar y hasta los milicos bailaban ¡Estuvo buenísimo!

miércoles, 24 de febrero de 2016

Capítulo III. Viñales (segundo y tercer día en Pinar del Río)

(Del 25/01)

Últimos días en Viñales, municipio de la provincia de Pinar de Río. Unos paisajes rurales de tipo selvático con unas vistas de locos. 5 días de vacaciones.

Ayer hicimos dos paseos de lo más lindos de todo lo que llevamos hecho hasta ahora. A la mañana fuimos a la cueva de Santo Tomás, unas formaciones rocosas de 6.000.000 de años. Para acceder a esas cavernas, llenas de estalactitas y estalagmitas, tuvimos que ascender unos 200 mts pedregosos y empinados, casi como un acantilado. Nos costó alcanzar al guía con los otros cuatro visitantes. Dos perritos nos acompañaron de principio a fin. El recorrido que hicimos no era para cualquiera, que pudiera estar fuera de estado y el casco con linterna que te dan es fundamental. Después de dos pizzitas y siesta, hicimos otro paseo increíble.

Con el tío de quien nos hospeda como guía, hicimos una caminata de cuatro horas. Baqueano como pocos, nos llevó por caminos, atajos y vericuetos por los que vimos plantaciones de tabaco, de café, de piña, dos miradores distintos con vistas de postal de las mejores, nos contó de todo y mucho más que ocurrió.
Hoy estamos haciendo un recorrido con paradas que hace un colectivo pequeñito. Estuvimos en la cueva del indio, el palenque de los cimarrones y ahora en el mirador del Hotel de los Jazmines.

Mañana volvemos a La Habana para al día siguiente, seguir el viaje hacia el oriente de la isla.

martes, 23 de febrero de 2016

Capítulo II. Viñales

(Del 23/01)
Hoy a las 12:40, luego de un viaje de 4 horas llegamos a Viñales (municipio de la provincia de Pinar del Río). Al bajar del micro había un enjambre de oferentes de hospedaje. La casa es linda. Es una ciudad rural. La geografía es de postal, alturas repletas de vegetación. Almorzamos 4 pizzetas, gaseosa y un churro de postre por 4,20 CUC. Muchísimos turistas europeos, algunos de Canadá y otros pocos argentinos. Mañana haremos excursiones a una cuevas y caminatas.

lunes, 22 de febrero de 2016

Capítulo I. La Habana

(Del 21/01)
¡Acá andamos paseando por La Habana! Recién nos sentamos a descansar un rato después de mucha caminata en una heladería bellísima, "Copelia", que es una gran atracción turística.
Ya compramos tarjeta de WiFi, así que cuando podamos nos comunicaremos. La casa donde nos quedamos por hoy y mañana es confortable y linda y la anfitriona muy gentil.
Así que disfrutando. No nos dan ganas de siesta ni de nada que quite un minuto para ver todo lo que hay por acá, que es de no parar.