lunes, 19 de enero de 2009

Patas para arriba.

"Mejor tarde que nunca, ¿no?...", pensaba La Rana. Era una simple rana y su deporte favorito era la práctica de la caminata del mamífero bípedo, mejor conocido entre las ranas como "la caminata".
Se estaban por cumplir diez años desde que La Rana practicaba "la caminata", dos o tres veces por semana, por calle libre o con profesor.
En el entrenamiento que La Rana se llevaba para hacer en la calle libre, le tocó algo que nunca había hecho: ejercicios con patas de humano. En su viejo club, "Anfibio´s", no podía disponer de patas de humano que no fueran las propias. Y La Rana nunca tuvo de esas... mientras que las demás de su especie sí.
La rana avanzaba en la calle como nunca se había imaginado. Le en- can- tó. De yapa, al volver, se dio un lujo. Cortaron el transito en el charquito por arreglos ¡y vino hasta su casa por donde siempre pasan los vehículos con ranas!