viernes, 31 de julio de 2009

Sobre rieles

Uno de los post anteriores de este blog ya había tratado sobre rieles, vagones y su importancia. El de hoy, en cambio, se va a meter brevemente en algo que funciona bajo tierra. No se trata de cementerios, ni sepulturas, ni de otras cosas tétricas.
Se trata de algo que es funcional a las necesidades de la gente durante todos los días en esta ciudad. El subte. Una de las anécdotas que suelo contar en alguna que otra ocasión, tiene que ver con las impresiones que me daba el subte de niño. Me encantaba viajar (y allí iba preferentemente) en los vagones de los extremos. Podía ser el de la punta o el de la cola de aquel gusanoide subterraneo. Una vez que encontraba asiento y el subte emprendía su marcha, no dejaba de mirar por la ventana mientras la mole de fierro que me transportaba se abría paso a través de esos surcos y túneles desconocidos.
Esa afición la sigo teniendo al día de hoy (salvo en la ocasiones en que el apuro de estos días fréneticos me lo impide):



Algunas cosas más sobre el tema ¿Alguien se acuerda de la publicidad del Minotopo, de hace haños atrás? Era bastante rara, muy loca...
Mientras tanto, la lucha de los trabajadores del subte continúa.
Y para terminar, ya que antes hablé de la "mole de fierro", algo de metal. "Tren de consecuencias" de Megadeth:

1 comentario:

Mariana dijo...

Acá en córdoba no tenemos Subte. Tenemos Sub te, que es una infusion que se toma antes del te, es fría.