lunes, 30 de septiembre de 2013

Desenmascarando discursos impuestos



Breve momento de lectura matinal. De esa que, o te entretiene, o te hace relfexionar y profundizar en puntos de vista sobre problemáticas y discusiones vigentes. Y a medida que avanzo en los párrafos y las ideas desarrolladas, es notable cuan al día se mantiene lo expuesto.
Acabo de arrancar a leer un libro que tengo en word. He aquí un fragmento:

"El procedimiento favorito del filisteo moralizador consiste en identificar los modos de actuar de la reacción con los de la revolución. El buen éxito del procedimiento se consigue con ayuda de analogías de forma. Zarismo y bolchevismo son gemelos. También es posible descubrir gemelos del fascismo y el comunismo. Se puede formular una lista de rasgos comunes entre el catolicismo, y aún el jesuitismo y el bolchevismo. Por su parte, Hitler y Mussolini, utilizando un método enteramente semejante, demuestran que liberalismo,   democracia y bolchevismo sólo son distintas manifestaciones de un solo y mismo mal. La idea de que stalinismo y trotskysmo son "en el fondo" idénticos, encuentra hoy la más amplia aceptación. Reúne en su rededor a liberales, demócratas, píos católicos, idealistas, pragmatistas, anarquistas y fascistas.  Si los stalinistas no están en posibilidad de unirse a ese "frente popular", sólo es porque — por casualidad — se hallan ocupados en exterminar a los trotskystas.
El rasgo fundamental de esas asimilaciones e identificaciones lo constituye el ignorar completamente la base material de las diversas tendencias, es decir, su naturaleza de clase, y por eso mismo su papel histórico objetivo. En lugar de eso, se valoran y clasifican las distintas tendencias según cualquier indicio exterior y secundario; lo más a menudo, según su actitud frente a tal o cual principio abstracto, que para el clasificador dado tiene un valor profesional muy particular. Así, para el papa romano, los francmasones, los darwinistas, los marxistas y los anarquistas son gemelos, puesto que todos por igual niegan sacrílegamente la Inmaculada Concepción. Para Hitler, liberalismo y marxismo son gemelos, puesto que ignoran "la sangre y el honor". Para los demócratas, son el fascismo y el bolchevismo los gemelos, puesto que no se inclinan ante el sufragio universal. Etcétera, etcétera.
Los rasgos comunes a las tendencias así comparadas son innegables. La realidad, sin embargo, es que el desarrollo de la especie humana no se agota ni con el sufragio universal, ni con "la sangre y el honor", ni con el dogma de la Inmaculada
Concepción. El proceso histórico es, ante todo, lucha de clases y acontece que clases diferentes, en nombre de finalidades diferentes, usen medios análogos. En el fondo, no podría ser de otro modo. Los ejércitos beligerantes son siempre más o menos simétricos y si no hubiera nada de común en sus métodos de lucha, no podrían lanzarse ataques uno al otro."
Extraído de Su moral y la nuestra, de León Trotsky. Si querés continuar leyendo, como yo lo haré, date una vuelta por acá.

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