jueves, 12 de junio de 2008

Cortita y al pie

La razón de ser de esta publicación es la siguiente: estoy feliz. Pero feliz al extremo, 100% y de una manera radical. Cortita y al pie: estoy en un estado de felicidad pura, como si fuera miel que te embadurna de repente.
La principal razón reside en la mujer que amo y a la que le pertenece mi corazón. Su nombre empieza con Sil y termina con vina. Antes de seguir, quiero aclarar lo siguiente: yo no soy de dedicar posteos en mi blog a cosas muy personales, ni hacer una suerte de diario íntimo. Ese tipo de blogs me aburren de muerte. Es sólo que en esta ocasión en la que me veo invadido por este sentimiento o emoción, me pareció que valía la pena expresarlo en este papel virtual. Y me pareció copado señalarlo con bastardilla (¿?). También hay otras razones concretas por las que estoy feliz. Pero tambiém me siento así... porque sí.
De hecho lo sentí anoche cuando estaba nadando. Estaba haciendo una "escalera", todo de croll. 50, 100, 150, 200, 150, 100 y por último 50 de nuevo. Y en el trayecto de todo eso lo sentí. Por otro lado, me volvió a pasar hace 10 minutos.
El único recuerdo que conservo de algo como esto que me haya pasado alguna vez, data de varios años atrás, en alguna vacación. Iba yo en el asiento trasero del auto. Fue en ese momento que me sentí embargado de una felicidad sin nombre ni nomenclatura alguna. Miré un poco el campo y las vacas. Luego de un rato, saqué la cabeza por la ventana, manteniendola al viento por un rato. Me encanta esa sensación del viento actuando sobre la cara de uno a 80 kms/h. Debe ser parecido a estar enamorado y sentirse con ganas de encarar todo, lo que sea, al estilo de la famosa frase de Alterio en aquella película donde decía: "¡la puta, que vale la pena estar vivo!".

2 comentarios:

Emma dijo...

Qué suerte!
Disfrute su felicidad... mientras dure (jaa, re amarga la tipa)

No, en serio, disfrute todo lo que pueda!! =)

cami dijo...

está bueno estar así, te agarra de repente un no-sé-qué que es que estás feliz. a mí me pasa, por suerte bastante seguido...

y estar enamorado y nadar creo que son dos cosas que contribuyen muchisimo a la felicidad de una persona... a mí sólo me falta la parte de la natación, que por un designio divino me resulta más difícil encontrar una pileta que estar enamorada y ser correspondida...