jueves, 4 de septiembre de 2008

Tren loco I. La patriada cultural

Parece una increíble concidencia que en este día que terminó hace un par de horas se haya estrenado la última película de Pino Solanas, y se hayan armado los desmanes ocurridos en Merlo y Castelar. Claro que esto no deja dudas, pero deja bien bien claro cuanto hay de cierto en el reciente film de Pino. A tal punto es actual, que no se sabe si se estan viendo imágenes del día corriente o de los anteriores sucesos de la explosión de la rabia de los laburantes que viajan y el salvajismo lumpen, por otro lado y todo al mismo tiempo.
Lo triste de todo esto, es que si destrozan todo como hicieron algunos, lo que se está arruinando es el patrimonio de todos, bienes que son de carácter público. El estado los maneja y los entrega "graciosamente" en concesiones, como todos sabemos. Pero los trenes siguen siendo nuestros. Quien crea que no es así o creyó en esa falacia de que los trenes eran algo costoso que debía dejarse a manos privadas, bueh, así quedamos entonces. En llamas. Porque, como dijo Norberto Rosendo, ex empleado del ferrocarril F.F.C.C., no fue tanto una derrota económica, sino cultural, la que llevó a que todo eso pase.
Quería trabajar un poco más esta redacción o dejar información algo más profusa... quizás la próxima. Me atosigan los deberes y el cansancio...
Esto va con motivo de un peliculón de la san puta que hoy ví por segunda vez. Bueno, claro, que otra que la ya referida y estrenada hoy: "La próxima estación", de Fernando Pino Solanas.
Para terminar, dejo la carta a los espectadores (de Pino, obviamente):

I):A comienzos de los años 90, las empresas del Estado se privatizaron con la promesa de modernizar sus servicios y brindar mejor atención: los trenes interurbanos fueron suprimidos; miles de pueblos quedaron aislados y un millón de habitantes emigró hacia las capitales. El maltrato al pasajero se hizo norma. Los robos y accidentes se multiplicaron.Con la privatización de las aerolíneas también se eliminaron rutas provinciales y los pasajeros son abandonados en los aeropuertos. Jamás se vivió en el país una crisis del transporte semejante. Al suprimir el 80% de los trenes, el transporte de cargas y pasajeros pasó al automotor. Las carreteras quedaron saturadas y los accidentes fueron en aumento: sólo en el 2007 la “guerra del automotor” provocó más de 8000 muertos y miles de heridos.
La confusión sobre lo público y lo privado sigue vigente. Los trenes se privatizaron porque daban pérdidas, pero los servicios públicos ¿están para dar ganancias o para servir a la comunidad?¿Acaso deben dar renta las escuelas o los hospitales públicos? Si los ferrocarriles perdían 1 millón de dólares por día, hoy cuestan 3 millones diarios pero sólo funciona el 20% de los trenes que teníamos antes.

II): La construcción de los ferrocarriles fue una de las grandes epopeyas industriales del país. En 1857 comenzó a circular el Ferrocarril del Oeste - una empresa de capitales argentinos- y años después, llegarían las compañías inglesas y francesas. Casi un siglo más tarde, el gobierno de Perón nacionaliza todos los ferrocarriles y la red alcanza los 50.000 km.; nacen las escuelas ferroviarias; se fabrican locomotoras diesel y a vapor y todo tipo de vagones; el tramo Buenos Aires-Rosario se cubría en 3,30 hs. Con el gobierno de Arturo Frondizi comienza la reducción del ferrocarril. Su ministro A.Alsogaray pone en ejecución el Plan Larkin, del Banco Mundial: se eliminan tranvías y trolebuses y desembarcan las multinacionales de camiones y neumáticos. El tiro de gracia lo dio el gobierno de Carlos Menem: los trenes fueron privatizados o transferidos a las provincias. Desde entonces y hasta Kirchner, siguen los mismos concesionarios: Cirigliano, Romero, Roggio, Urquía, Macri, Techint, Unión Ferroviaria y las brasileras Camargo Correa y A.L.L. El gobierno paga hasta el último salario ferroviario, y todas las roturas y reposiciones de material. Por cuenta del Estado, los concesionarios reparan vagones, locomotoras y estaciones: lo que vale 1 peso es facturado varias veces más. El negocio es cobrar el subsidio estatal.

III):El ferrocarril no tiene reemplazo:” es el único transporte que puede llegar a destino en las peores condiciones climáticas”. Es el medio de transporte más seguro, menos contaminante y más económico. Es 8 a 10 veces más barato que el transporte automotor: una locomotora arrastra la carga de 50 camiones o de 20 ómnibus de pasajeros. Para financiar el “tren bala” - que sólo servirá a las capas pudientes de Buenos Aires, Rosario y Córdoba y no transfiere tecnología- el gobierno endeuda al país por 30 años. Con la mitad de lo que costará la obra, se pueden reconstruir a nuevo los ferrocarriles interurbanos de las provincias del país, con 7.000 km. de vías para trenes de pasajeros, 11.000 km. para los cargueros y 310 locomotoras nuevas. La reconstrucción de los ferrocarriles y su industria, es una urgencia económica y una batalla cultural. Después de tanto fracaso, hay que avanzar hacia un modelo de gestión que incluya a los pasajeros, los trabajadores y los transportistas de cargas para construir el “tren para todos”: un tren público, cuidado por todos y al servicio de todos.

Los trenes volverán, como vuelven los días, los meses, las estaciones…
Los trenes volverán, para seguir uniendo pueblos, regiones y ciudades…
Los trenes volverán, como van y vuelven, los pasajeros, las cargas y mensajes…
Los trenes volverán, simplemente, por el placer de viajar:
como el agua, la luz o el amor, no es posible vivir sin ellos.

Fernando Pino Solanas

Y dicho y hecho, queda la recomendación para ver una pelícual que es mucho más que ir a ver algo un par de horas y luego ni me acuerdo qué. Es un film para tomar conciencia, reflexionar y más importante, actuar. Hacer algo. Difundanla, comentenla, debatanla. Inclusive, si quieren, pueden ir a verla el sábado a la noche con su novia/o.

lunes, 4 de agosto de 2008

Música e identidades. Reflexiones

Estamos en días en que la sociedad en que vivimos está hecha pelota, que la falta de expectativas y de compromiso social y político está patente en las mayorías y en especial en las clases medias. La única épica que vive la gente, el drama, aquello que conmueve, termina por ser un club de fútbol al que se adscribe con fanatismo, bandas que se siguen con una pasión igual de fervorosa o en otros casos, hondos pesares de contenido humano como el cuidado de la propia imágen. Así viven grandes mayorías de personas que llevan sin cuidado aquellos asuntos que definen el día a día suyo y el del país en general. Es cosa compleja, o aburrida, algo que no merece la pena darle bola.
Por otra parte, las expresiones musicales dicen mucho acerca de su época y en muchos casos son, también, constructoras de identidades.
En el caso del tango, su nacimiento se produjo hacia mediados del siglo pasado, con la formación de conglomerados habitacionales alrededor de la ciudad de Buenos Aires. Quienes allí vivían, paisanos llegados del interior, inmigrantes europeos y algunos porteños de escasos recursos, formaron una nueva clase social para la época, que se asentaba en conventillos (que son los primeros escenarios narrados en las letras). Quizás en busca de un modo de identificarse como grupo y de sentir al nuevo hogar como lugar de pertenencia, comenzaron a crearse manifestaciones culturales resultantes de esta mezcla. Este fue el principio del tango, que se caracterizó por poseer códigos muy cerrados, sólo abordables por las clases trabajadoras. Evidentemente nació como una representación simbólica ligada a la marginalidad, con todo la valoración que esto suponía.
Sus historias estaban vinculadas a estos sectores sociales. De algún modo en la memoria colectiva fueron esta las representaciones que se vehiculizaron en el tiempo. Al principio la reproducción masiva del tango no fue sencilla, e indudablemente esto tuvo que ver con los sectores donde el mismo se naturalizaba. La difusión del tango estuvo abordada básicamente a partir de la danza, que fue casi premonitoria al tango mismo en su modo musical más característico.
El tango cantado llegaría bastante después. Es claro que la cultura tanguera, entendida como usos y costumbres particulares, es anterior al tango como manifestación artística. Las danzas de salón que involucraban a una pareja fueron el precedente de este género que se fue depurando hasta convertirse en lo que desde hace tiempo se conoce como tango. El que de algún modo logró instaurar una representación identitaria colectiva de la argentinidad.

Desde ya que esas décadas que fueron las del inicio del tango, no fueron las del país devastado de hoy. Me explayé un tanto con el tango y su mundo, pero bueno, es una temática que me interesa y me gusta.
Quizás continue con esto de la música y las identidades en otro momento. Lo que es seguro, desde mi punto de vista, es que las estrellas del rock y del fútbol, son solo ídolos de terracota.

Para leer más acerca de tango e identidad, remítase aquí. Con respecto al "rock chabón" y "la cumbia villera", es interesante lo que ha escrito
Por último, sugiero leer "La industria cultural", de Max Horkheimer y Theodor Adorno.

viernes, 18 de julio de 2008

Un guitarrista de la hostia

Hoy voy a hablar de Juanjo Dominguez, un guitarrista de la hostia. Hace años que disfruto de su música y en mi opinión, es el mejor guitarista argentino (vivo) de música popular.
Como se supone que estoy preparando un final que apenas si me da tiempo para otra cosa, lo mejor va a ser cortar por lo sano y no extenderme más con su carrera artística u otras cosas.
Así que sin más cháchara, disfruten y aprecienlo por ustedes mismos.

viernes, 4 de julio de 2008

Rock and croll

Dentro de las cosas que me gustan, aquellas que se podría decir, son mi pasatiempo y forman parte de mí, está sin duda el deporte.
Tiempo atrás, al contarle a alguien alguna que otra cosa de mí, yo decía que estudiar Comunicación era mi profesión futura y mi vocación presente, mientras que natación y teatro eran las dos cosas que amaba hacer, por fuera de lo que serían "las obligaciones".
No es que eso halla cambiado, pero por ejemplo teatro que hice un tiempo, lo había dejado. Hoy en día me encantaría retomar aquello, pero se ve difícil con los tiempos...
Hace años que hago deporte. Muchos. Con más exactitud, hace 13 años que hago deporte (la mitad de mi vida, bah). Y justamente, algo con eso tiene que ver. Para mí es algo vital hacer deporte. Es una actividad que no solo me pone bien físicamente, sino también anímicamente. Ejemplo de eso son las ganas de retomar de una cuca vez con mi entrenamiento, que con la semana de exigencias académicas más estos días virósicos, se vio interrumpido. Yo hago natación, hace ya 9 años. En el resto de los años mencionados hice fútbol y fierros.
Para mí hacer deporte en general y natación más que nada es casi como una forma de vida, algo muy importante. Por eso pienso y digo que en la medida de lo posible, hay que hacer actividad física. Lo que sea, lo que quieran, hagan lo que más les guste, pero hagan algo. Por empezar esto mismo es una de las cosas que más atenta contra una vida sana y activa. La maldita pantallita y su efecto embobador. Pero en general, lo que más suele atentar contra una buena distribución del tiempo de uno en ejercitar esta cosa en la que vivimos llamada cuerpo, es justamnete creer que no se tiene tiempo. Creeanme, si uno quiere en serio hacer algo por la propia salud y el propio desarrollo físico, hay prioridades que de por sí cuentan con "su propio tiempo fijo asignado", por así decir.
No voy a publicar estadísticas sobre sedentarismo en nuestro país, ni a extenderme mucho más en estas cuestiones. Solamente voy a dejar una rutina del gimnasio y una rutina de nado. Si a alguno le place, puede hacerlas:

Período

P1:pausa: 40” – 1’ Intensidad: moderada a alta

P2: pausa: 40” – 1’ Intensidad: moderada a alta

Semana

I

II

III

IV

V (Descarga)

VI

VII

Ejercicio

Cuadriceps

3 x 6

3 x 6

3 x 8

3 x 10

3 x 6

2 x 10

2 x 12

Isquiotibiales

Press de Pecho (plano)

Dorsales

(remo vertical)

Press de Hombros

Abdominales

2 x 10

2 x 10

2 x 14

2 x 20

2 x 10

2 x 20

2 x 20

Espinales

2 x 8

2 x 8

2 x 10

2 x 12

2 x 8

2 x 12

2 x 12

Inclinadas

2 x 6

2 x 6

2 x 8

2 x 10

2 x 6

2 x 10

2 x 10

Prensa 45º




2 x 20

2 x 25

Gemelos

Dorsales

(remo horizontal)

Press de pecho

(inclinado)

Y uno de natación:

entrada en calor: espalda y pecho libre 15'

2x( 150 crol+50 mariposa
150espalda+50 mariposa
150pecho+50 mariposa)

c/40''

1x12' pecho
1x12' crol

Repito que pueden ser pasos para jugar a la bolita si pinta, la idea viejos, es estar activos, sanos y contentos. Así voy a estar yo cuando retome mañana la pileta. Porque la idea es estar bien, a medio camino entre un patova del metal o un dogor del jarcord.

miércoles, 2 de julio de 2008

Vulnerables



Vale aclararlo. Con el título "Vulnerables" no me refiero, ni a aquella serie/telenovelita de canal 13, ni a problemas de virus informáticos en alguna u otra PC, como lo podría sugerir la imágen. No.
Me refiero a ciertos agentes patógenos bastante más tangibles, que estos últimos días me tuvieron bastante:



...loco.
¿Vieron cuando hace unos años estaba la consigna de la "maldita policía"? Bueno, para mí estos últimos días fueron los de "maldita gripe, maldita fiebre, maldita fatiga" ... en fin, unas cuantas malditas afecciones. Como todos sabrán, por esta época del año en que baja la temperatura de repente y el ambiente es más propicio, los agentes virósicos invaden nuestros organismos y son capaces de hacernos pelota, señores y señoras.
Ahora eso sí, esos organismos microscópicos y dañinos, son menos "inocentes" de lo que uno se los imagina. Recientemente algunos científicos descubrieron imágenes nunca vistas de estos virus portadores de gripe y otras cositas feas. Aquí los tenemos en exclusiva:



Desde ya que el estado de achuchamiento y flojera que estoy padeciendo no debe ser exclusivamente patrimonio mío. Tal es así que, por ejemplo, un famoso portal informativo (uno que le debe gustar a los tacheros) trata este tema. También se pueden encontrar algunos datos y estadísticas aquí.
Por último quisiera alertar a mis estimados lectores y a la población toda, que hay un modo concreto de protegerse de estos virus que vuelan por ahí. Como dirían las famososas idishe mame, abriguense mucho nenes.

sábado, 28 de junio de 2008

La concepción del arte total

Antes que nada quisiera hacer una pequeña introducción al tema, respectiva a mi experiencia con la música clásica.
De adolescente la música clásica, en general, me aburría. Uno a esa edad es chico, huevón y se cree re quilombero. Me acuerdo haber ido con el curso de la secundaria al Teatro Coliseo a escuchar la interpretación de la obra de vaya a saber quién... y me dormía. Es que como dije, en ese momento de la vida de uno, ni idea acerca de esas cosas.
Hoy en día es diferente. Me gusta mucho la música clásica, tengo mis compositores favoritos, siempre soy abierto a conocer más acerca de este arte musical, conozco algo de las etapas en las que se fue constituyendo, etc. Uno de los compositores que más me gustan es Richard Wagner. Sin meterme tanto en las cuestiones más técnicas y de conocimientos musicales, los cuales debo admitir que no poseo, de Wagner me interesa mucho algo más aparte de su obra en sí. Me refiero a su concepción del arte total. Wagner transformó el pensamiento musical a través de la idea de Gesamtkunstwerk ("obra de arte total"), la síntesis de todas las artes poéticas, visuales, musicales y escénicas queda plasmada en su monumental ópera dividida en cuatro partes El anillo del nibelungo. Wagner construyó su propio teatro de ópera para escenificar estas obras del modo en que él las imaginaba.
Es ese elemento el que me resulta particularmente atractivo en este genial compositor, su intención de lograr la síntesis entre artes tan diversas como la música, el teatro, la poesía, la danza u otras. Por otra parte, Wagner no fue el único que concibió esas ideas acerca del arte total; además de él también hubo otros que incurrieron en ese terreno como el artista y vanguardista Wassily Kandinsky y la escuela psicológica de la Gestalt, de quienes tratataré brevemente a continuación.
Kandinsky formó parte de la segunda etapa del movimiento expresionista, una de las primeras vanguardias artísticas del siglo XX cuya crítica principal fue la negación al racionalismo y la representación concreta. Su primer obra deliberadamente abstracta fue una acuarela pintada en el año 1910. Kandinsky ingresa a la Bauhaus en 1922. Luego de haber dejado la dirección del Instituto para la cultura artística (INCHUCK) en Moscú bajo la influencia del constructivismo ruso, asume sus funciones de profesor del Taller de pintura mural tras la invitación de Walter Gropius. Su llamamiento se produjo en una época en que la etapa expresionista comenzó a decaer.
Kandinsky lideraba al grupo Der Blaue Reiter (el jinete azul), que propugno la idea de “arte total”, una búsqueda mas armónica a través de curvas y asociaciones cromáticas. El arte sinestético que el artista proponía como forma de expresión y establecimiento de formas, se basaba en la idea de un arte integral e integrado dentro del cual estuvieran a punto de caer las murallas que dividen a las artes por géneros, en cooperación de música, pintura y la danza. El color, el punto y la línea serían vistos como elementos puros y eternos que transmiten la esencia del movimiento, la musicalidad y la armonía que parte de un principio de necesidad interna. Color y forma son el aspecto externo de un contenido interior y que la armonía de los colores o las formas deben descansar sobre el principio del contacto adecuado del alma humana (la vibración espiritual).
Kandinsky y la Gestalt:
Ya en su libro “Punto y línea sobre el plano” (1926) el pintor muestra un punto de vista integral que presenta sorprendentes paralelismos con la psicología de la forma o Gestalt, que por entonces se desarrolló en Alemania. Su crítica se basaba en un concepto científico antipositivista por no concebir la percepción de las formas como una combinación de unidades sensoriales atomistas, susceptibles de ser medidas y contadas
El campo de la percepción para este grupo es concebido como un todo, como un proceso global de percepción de formas más que la percepción de una suma de estímulos locales.
Cada campo se percibe, según esta teoría, en forma sintética e integral en donde la forma se da en el momento de percibir una figura y un fondo.
El principio sinéstetico de la forma y la importancia intercultural de las leyes de la forma, se ajustaba al pensamiento de Kandinsky.

Bueno, y en caso de que ya esté atosigando con tantas cosas sesudas, paro acá y dejo algo para que deleiten sus oídos. Ya decían por ahí que la música calma a las fieras.
El fragmento en cuestión es de "La Cabalgata de las Valkirias" de Wagner, dirigida por otro grande, Arturo Toscanini.


Fuentes: Wikipedia y joan-soriano.blogspot.com

jueves, 19 de junio de 2008

Mi pasión por el rock duro

Tal y como lo expuse en mi anterior publicación, en lo referido a preferencias musicales soy de gustos amplios. Y mucho más desde que tengo banda ancha y me bajo muchos discos (porque no tengo un cobre para comprarme los discos que me gustaría). También, como ya comenté, la música que me gusta se podría dividir en cinco géneros: rock, música clásica, jazz, tango y folclore.
Ahora, lo que más suelo escuchar y lo que más me gusta es el rock. Más específicamente, el rock duro. Y dentro de ese llamado rock duro, tengo especial predilección por cierta "escuela" que logró fusionar elementos que parecían tan distintos como los del rock más aguerrido, elementos compositivos clásicos (o sea, remitirse a Bach, Beethoven, Mozart, Paganini, etc.), blues y otras cosas más en oportunidades en las que se destacan innovaciones y distintos arreglos.
El precursor de esa "escuela barroca y clásica" de rock duro fue Ritchie Blackmore. Blackmore fue famoso por haber sido uno de los miembros originarios de Deep Purple y por haber formado Rainbow. El estilo de Blackmore se basa en la fusión de los elementos nombrados más arriba en el rok duro, la improvisación -propia del jazz- y la inclusión de elementos compositivos medievales.
Acá lo podemos ver en Deep Purple acompañado de otros cuatro "nenes". Ian Gillan en las voces; lejos, uno de los dos mejores vocalistas que cantó con Blackmore. Roger Glover, un sobervio bajista y productor, Ian Paice que es simplemente el mejor baterista del mundo y el maestro Jon Lord en el hammond.
La canción, Speed King:



Le sigue una de Rainbow, "Gates of Babylon", tremendo tema, con un aire épico de aquellos y uno de los mejores solos en la historia de "El hombre de negro" (léase Blackmore). Rainbow fue la banda formada por Blackmore tras su partida en 1975, a causa de la tendencia soul y funkie que la banda estaba tomando por la influencia de Glenn Hughes. Es en ese momento que formó lo que luego sería su banda, Rainbow. Lo acompañaron, y están en este tema, el otro -pequeño- gigante que acompañó a Blackmore en las voces, Ronnie James Dio y otro mossstruo, Cozy Powell en la batería.



El siguiente video es de un músico (con todas las letras, eh) que tomó los elementos que se podían encontrar en lo hecho por Ritchie Blackmore, pero lo llevó más allá, hacia otras concepciones más barrocas, más pesadas y más aceleradas y apasionadas. Estoy hablando de Yngwie Malmsteen. Con su banda Rising Force hizo y hace historia. En este video lo vemos en una de sus mejores formaciones, con los hermanos Johansson en teclados y batería y en las voces, otro animal, Jeff Scott Soto.



Por último, el legado de toda esa exquísita tradición barroca y pesada fue tomada por quien, según mi opinión, es el mejor guitarrista de este país. Me refiero a Walter Giardino. Tras su paso por V8 y posterior alejamiento (nada raro si apreciamos lo tosca que era la música de la banda de Iorio y las características que adquirió la música de la Rata posteriormente) formó Rata Blanca. Luego de haber grabado su primer disco con la colaboración de Saúl Blanch en voces, comenzaron a preparar lo que fue su segundo disco. ¿Que pasó? Historia conocida, Saúl Blanch se fue de la banda y se produjo el ingreso de otro pequeño gigante, Adrián Barilari.
Acá, y para cerrar, veremos el popular y enorme por lo musical, compositiva, por lo interpretada, etc, etc, porque es un temazo bah... tema de Rata Blanca, La Leyenda de el hada y el mago:

domingo, 15 de junio de 2008

Dos vanguardistas del tango (y de la música en general)

Hoy en día a muy poca gente le gusta el tango. O en realidad, lo que está sucediendo con el tango en estos días, es algo que merecería analizarse (por lo menos en unas pocas líneas, nada muy exhaustivo).
Por empezar, yo me considero un melómano (o sea que me gusta mucho escuchar música todo el tiempo, o casi), y tengo bastante apertura en cuanto a mis gustos musicales. Dicho muy genéricamente, me gusta el rock, la música clásica, el jazz, el tango y el folclore.
Con el tango, a mi paracer, hoy en día se da el siguiente fenómeno: de haber sido una música marginal, en sus comienzos, hoy en día está muy en boga de maneras muy diferentes:
a) Para turístas. Los gringos vienen, muchos no entienden una goma del tema, otros tienen alguna idea y otros saben. En cualquier caso, lo "consumen" como algo exótico, el "tangou". Se nota mucho esto en el baile de tango para turístas, que tiene poco y nada que ver con el baile de tango clásico. Es una mescolanza con ballet y con valla a saber qué más. Cualquiera, bah.
b) El tango vuelve, pero de forma "moderna". Es ese genéro mal llamado "tango electrónico", o como me gusta decirle, el "tangopunchi". O sea, eso no es tango. Es una simplificación boba, para consumir en masa en forma de ritmos más bailables y aptos para los gustos de "hoy en día".
c) Por último, el tango de museo. O sea, las interpretaciones de tangos de la época de las orquestas clásicas, por poner un ejemplo, lo más fieles posibles al modo clásico de ejecutarlas e interpretarlas. Tratar de cantar igualito o parecido a Gardel, o sonar tal cual como X orquesta.
En fin. Este post es, de alguna manera un homenaje a dos maestros del tango, dos genios como compositores y eximios intérpretes de sus obras. Se trata de Osvaldo Pugliese y de Astor Piazzolla.

Pugliese fue un músico enorme y a su vez, un hombre comprometido con la realidad politica en la que vivió. No era tan sólo un gran pianista, también era un ciudadano comprometido con la sociedad. En 1935 impulsó el Sindicato Argentino de Músicos del que fue el afiliado número 5. Inició, entonces, una lucha "... donde el trabajo sea una dignidad personal y no un castigo". En 1936 se afilió al joven Partido Comunista Argentino (108 era su número de afiliación). Esto y sus ideas provocaron que fuera perseguido, censurado y encarcelado durante el gobierno de Juan Domingo Perón y luego durante el gobierno de facto conocido como la autodenominada Revolución Libertadora. Pero durante el tiempo que duraron sus penurias, su orquesta no dejó de tocar, aunque huérfana de su director.
En lo referido a su música, en el siguiente video se lo puede ver junto a su orquesta tocando "La Yumba", nada más y nada menos que en el Colón:



Piazzolla, desde muy chiquito me cautivó con su música. Los tangos de Astor, los escuchás y los sentís. Así de especiales son. Siempre me provocaron sensaciones muy especiales. Y Piazzolla fue un músico muy polémico. Fue un vanguardista dentro del tango, alguien que lo transgredió totalmente y no fue aceptado por muchos. Esos que no aceptaron a Piazzolla son los tangueros de museo, tipos que se quieren quedar en los tangos de los cuarenta por siempre. Piazzolla fue tan grosso que tocó con orquestas intenacionales a lo largo del mundo; tocó con grandes exponentes de otros genéros, como el famoso jazzista Gerry Mulligan, dando forma a un muy interesante entrevero, el del tango con el jazz; tocó letras compuestas, nada menos que, por Jorge Luis Borges y cantadas por Edmundo Rivero. En fin, los pergaminos que se puede exhibir acerca de este gran músico son tantos...
Pero bué, por el valor artístico que tiene la música de Astor Piazzolla, hay que darle una oída. Si ya lo conocés, date el gusto de vuelta, y si no, escuchalo y sacá tus propias conclusiones. Acá está con su Quinteto Tango Nuevo, interpretando "Adios Nonino":

jueves, 12 de junio de 2008

Cortita y al pie

La razón de ser de esta publicación es la siguiente: estoy feliz. Pero feliz al extremo, 100% y de una manera radical. Cortita y al pie: estoy en un estado de felicidad pura, como si fuera miel que te embadurna de repente.
La principal razón reside en la mujer que amo y a la que le pertenece mi corazón. Su nombre empieza con Sil y termina con vina. Antes de seguir, quiero aclarar lo siguiente: yo no soy de dedicar posteos en mi blog a cosas muy personales, ni hacer una suerte de diario íntimo. Ese tipo de blogs me aburren de muerte. Es sólo que en esta ocasión en la que me veo invadido por este sentimiento o emoción, me pareció que valía la pena expresarlo en este papel virtual. Y me pareció copado señalarlo con bastardilla (¿?). También hay otras razones concretas por las que estoy feliz. Pero tambiém me siento así... porque sí.
De hecho lo sentí anoche cuando estaba nadando. Estaba haciendo una "escalera", todo de croll. 50, 100, 150, 200, 150, 100 y por último 50 de nuevo. Y en el trayecto de todo eso lo sentí. Por otro lado, me volvió a pasar hace 10 minutos.
El único recuerdo que conservo de algo como esto que me haya pasado alguna vez, data de varios años atrás, en alguna vacación. Iba yo en el asiento trasero del auto. Fue en ese momento que me sentí embargado de una felicidad sin nombre ni nomenclatura alguna. Miré un poco el campo y las vacas. Luego de un rato, saqué la cabeza por la ventana, manteniendola al viento por un rato. Me encanta esa sensación del viento actuando sobre la cara de uno a 80 kms/h. Debe ser parecido a estar enamorado y sentirse con ganas de encarar todo, lo que sea, al estilo de la famosa frase de Alterio en aquella película donde decía: "¡la puta, que vale la pena estar vivo!".

miércoles, 11 de junio de 2008

Potencialidades nunca explotadas

Esta es la historia de la novela que nunca pudo ser escrita; nunca se concretó en palabras ni letras sobre papel alguno. Enormes papeles, hojas más pequeñas. No, no se trataba del soporte donde podría ser escrita. Ni cafés, ni tés, ni jugos... ninguna de esas cosas ayudaban a aclarar la mente para ordenar las ideas y comenzar a escribir de una buena vez.
No obstante, se conocieron algunos bocetos de esta novela inexistente; o sea, jamás realizada efectivamente. Dos son los capítulos que se sabe, a ciencia cierta, iban a ser parte de esta novela. Nada más se sabe de otros capitulos, o esbozo alguno acerca de otras partes de este libro en cuestión.
Uno de los dos capítulos se iba a llamar:

"El día en que sea un hombre poderoso"
"...y llegado ese día, en que me vea ungido por maravillosos poderes terrenales, daré grandes beneficios a tres personas. Sí, solo a tres personas. Esos beneficios o gracias que concederé, serán el cumplimiento del anhelo o sueño que estas tres personas posean.
A dos de ellas les cumpliré sus sueños de niñas, el cual según tengo entendido era el mismo: ser bailarinas clásicas. Además, no será dificil. Estoy al tanto de las dotes artísticas que ambas poseen. Tanto es así que una, según he podido comprobar, tiene grandes dotes para la actuación y el teatro. Pero con la siguiente particularidad: actua mientras duerme. En sueños queda con una pose que, al descansar boca arriba queda su brazo derecho flexionado sobre su frente, en un gesto de... ¡Oh!... como si suspirara por una gran cuita padecida.
La tercera persona beneficiada seré yo mismo, por supuesto. Seré un gran actor clásico de renombre y un eximio cantor.
Quien sabe.... Todo eso se hará el día en que sea un hombre poderoso..."

El otro capítulo que habría conformado esta obra de la cual, también se conservaron solo fragmentos, estaría intitulado:

"Nene feo caca malo"
"Cuenta la historia, según lo confiado por un amable pajarito (dícese que era un zorzal. O tal vez un hermoso ejemplar de canario. De todos modos el pajarillo habló o de algún modo dio a entender esto que se cuenta aquí), acerca de una pareja de porteños que vivían muy pero muy felices.
Fueron muy felices por más de 730 días. Pero un día algo terrible pasó. Él dijo algo inesperado: `las peras que cultivaste en el jardín son siempre coloradas´. Nadie entendía porque él le dijo cosa semejante. Desde ese momento nada fue igual. Su mundo se desmoronó por completo y el corazón de ella se quebró cual si fuera un bella copa de cristal.
A partir de ese momento solo podía hacerse mención del terrible acto que él había cometido con ella, con el mote de: `nene feo caca malo´. Tal era la magnitud del agravio cometido que solo de esa manera las personas del lugar se referían a la horrenda ruptura que ella sufrió.
Epílogo: él pasó a ser un inadaptado social irrecuperable, que arrojaba objetos contundentes a los jueces (a pesar del criterio imparcial que estos aplicaran en las jugadas polémicas).
Ella, por su parte, eventualmente lo superó".

Nada más se pudo recuperar acerca de está novela que nunca pudo ser escrita. Ni una sola frase más... nada, ni una pista ni paradero de quién pudo ser su misterioso autor. O aquel que quiso escribirla y nunca pudo pasar las barreras de las dudas y las inseguridades. ¿Miedos, sentirse paralizado ante el desafío de la acción, de tener que tomar una decisión para concretar lo que debía hacerse en ese momento? Creemos que no...
Lo que es seguro es una cosa sola. Un dato curioso acerca de esta historia. Todo lo aquí contado es más bien incierto. Nada se sabe acerca de la veracidad que estos escritos pudieran tener. Y esto es responsabilidad de quien escribe en este momento... si uno aspira a ser periodista, deber cumplir con ciertas rutinas profesionales, cierta disciplina. Consultar más de una fuente, por ejemplo. La única fuente consultada dice que, o bien esta novela pudo haber constado solo de borradores nunca publicados, o bien pudo ser una gran historia nunca acabada.
Lo cierto es que todo esto es otro típico caso de potencialidades nunca explotadas.

lunes, 9 de junio de 2008

Los grandes pulpos

Los grandes pulpos, frase que da título a la presente publicación, no alude a relatos fantásticos de monstruos submarinos o calamares gigantes. Tampoco tiene que ver con el famoso pulpo del Italpark (en la foto).
Más bien, la temática de hoy se refiere a los grandes pulpos mediáticos que manejan la comunicación en el país (no es que sea un fenómeno exclusivamente de la Argentina, pero el tema se acotará a lo sucedido en este país, nomás).
En un trabajo publicado a comienzos de la década del 90, el investigador inglés Graham Murdock señalaba con acierto que "la defensa de la libertad de prensa había sido vista como una extensión lógica de la defensa general de la libertad de discurso. Esto fue posible mientras la mayoría de los propietarios tenían un solo periódico y los costos de entrada al mercado eran bajos. Con el devenir del siglo XIX, la producción de diarios se tornó más sofisticada tecnológica y operacionalmente, con crecientes costos de entrada que restringían la entrada a los principales mercados y condujo a los pequeños títulos a salir del mercado. En el comienzo del Siglo XX se produce la era de los dueños de cadenas de periódicos y los barones de la prensa, llevando a los pensadores liberales democráticos a reconocer una creciente contradicción entre el rol ideologizado de la prensa como un recurso de la ciudadanía y su base económica de propiedad privada."
Iniciado ya el siglo XXI, la situación se ha extendido a un amplio abanico de medios y ramas industriales. El sector comunicacional ya no está sólo formado por empresas familiares y, en algunos casos, encabeza importantes grupos transnacionales.
En cuanto a la situación de los medios y el debate en la sociedad acerca de su papel, se puede afirmar que no hay muchas discusiones públicas sobre las políticas de comunicación, por lo general restringidas a los círculos de especialistas. En los últimos años, dado que los medios de comunicación han comenzado a ocupar un lugar más importante en la sociedad, algunos de los debates vinculados a la economía y la política de los medios comenzaron a tener incidencia en las páginas de los periódicos. Como los propios medios son parte interesada, se hace necesario conocer cuáles son los intereses que están en disputa. En general se publica poco y cuando se hace hay que mirar detenidamente los intereses de la fuente que los transmite.
Últimamente se está dando la discusión acerca de el decreto/ley de radiodifusión 22285, de la época de los milicos (se promulgó/decretó en 1980/81). Hay que tener en cuenta algunas cuestiones, delicadas en función de esto, que demuestran que no es nada fácil que pueda haber una ley de radiodifusión auténticamente democrática. Por ejemplo: el triple play. Implica que un operador pueda, a través de un único cable, brindar los tres servicios (también puede ser a través del teléfono celular). Sin embargo, el pliego por el cual se privatizó ENTEL prohíbe taxativamente a las empresas telefónicas dar cualquier servicio de radiodifusión. El pliego fue aceptado por las empresas, porque fue ventajoso para ellas. Pero eso era en el año '90, si bien las telefónicas tenían claro que su crecimiento era hacia la radiodifusión, lo aceptaron (en efecto, Telefónica en España está dando triple play). Acá podemos ver el debate actual, ¿se va a dejar entrar a las telefónicas en la radiodifusión?
En el año 2000 la facturación de las empresas telefónicas en la Argentina era el doble de la facturación del conjunto de las industrias culturales (libros, discos, televisión, cable, cine). Si se las deja entrar rápidamente van a tener una posición dominante y puede pensarse en un monopolio. Por eso no es casual, volviendo al eje de lo que venimos hablando, que Clarín no mencione lo que se está discutiendo en el acuerdo entre el Gobierno y las telefónicas.
Cuando uno se refiere a la relación entre el Estado y el sistema de medios, parece tratarse de una relación abstracta, pero tiene una dimensión mucho más concreta de lo que se supone, ya que se trata de discusiones políticas y económicas que se toman cotidianamente.
Últimas consideraciones. Néstor Kirchner dijo que estaba “harto de las presiones corporativas”. Con la firma del decreto que prorroga las licencias de radio y TV por 10 años (técnicamente, lo que hizo fue suspender el conteo del plazo de las licencias, lo cuál es más o menos lo mismo), queda claro que el ex Presidente se sometió y cede ante las grandes corporaciones, del mismo modo que su sucesora en el sillón de Rivadavia, consecuente con esas políticas de concentración de los medios, en el medio de su actual (¿pelea?) con el Grupo Clarín -principalmente- y otros grupos mediáticos.
El decreto 527 es una capitulación. Los grandes grupos económicos que controlan la comunicación y la información en nuestro país lograron tener diez años más para imponer su discurso único y su modelo de concentración de la riqueza. No hay cambio posible en el país mientras unos pocos controlan la información. No hay democracia posible mientras las mayorías están silenciadas.
Con este decreto, el gobierno consolida la concentración en la propiedad de los medios que sufrimos en la Argentina. Mientras anuncian la prórroga de las licencias para los “empresarios” cómplices del saqueo que sufrimos los argentinos, cientos de organizaciones sociales y miles de pequeños y medianos emprendedores quedan excluidos de la posibilidad de acceder a una licencia.
Las frecuencias radioeléctricas pertenecen a la comunidad, son patrimonio común de la humanidad. Deberían ser administradas por el Estado con criterios democráticos y adjudicadas por períodos de tiempo determinados a quienes ofrezcan prestar un mejor servicio. Sin embargo, el gobierno anterior y el actual con la continuidad de esas políticas, prorroga las licencias entregadas por la dictadura y el menemismo, dejando afuera a miles de otros aspirantes a utilizarlas. Aducen la “crisis” económica y se olvida de miles de pequeños y medianos radiodifusores que, desde hace años, no consiguen regularizar su situación o que directamente quedaron sin posibilidades de acceder a una licencia por la vigencia de la ley de la dictadura, ya declarada inconstitucional por la Suprema Corte.

Fuentes: Páginas de Políticas y Planificación de la Comunicación (Facultad de Ciencias Sociales, UBA) y del Partido Obrero.

Bueno, a fuerza de no saturar a mis lectores con información y argumentación que pudiera resultarles excesiva, dejo en sus manos el investigar más sobre el tema si así lo quisieren.

sábado, 7 de junio de 2008

Los acolchonadores artificiales

"La palabra `confort´. En la sociedad moderna la ideología del confort (versión materializada, especialmente en el espacio hogareño, de los ideales del progreso) se transformó en el espacio de comprensión de la tecnología. Esta asunción es propia de la subjetividad burguesa, para la cual la casa es asumida como un `estuche´protector de la familia, un cobijo de las inclemencias causadas por el espacio industrial. Es decir, como pliegue personal, ese espacio protege o acomoda al hombre moderno a lo largo de la `lucha por la existencia´. El hogar se aparece como un refugio. En ese espacio, la tecnología deviene la puerta de acceso al esparcimiento y garantía de una vida confortable, es decir, como un acolchonador del sufrimiento. Es pertinente recordar que proponemos a los objetos tecnológicos, especialmente los domésticos como artefáctos `psicofísicos´, es decir, como superficies somáticas que evidencian nuestra condición humana a la vez que reorganizan nuestra experiencia sensorial, psçiquica y antropológica. ¿Qué queremos decir cuando mencionamos la palabra acolchonamiento? Es preciso comprender una idea central de Arthur Schopenhauer: la idea de que la existencia es básicamente sufrimiento, que el sufrimiento es inmutable, ineliminable de la vida humana. Esto no supone que la vida no sea también alegría, placer y serenidad, si no solo que la densidad del sufrimiento es parte constitutiva de la vida. Las utopías sociales del siglo XIX se propusieron eliminar en lo posible el dolor. Así, la ciencia se propuso reducir el poder de la naturaleza sobre la vida humana. El ejemplo más banal lo encontramos en el pronóstico del tiempo que consultamos diariamente. Más difícil e importante, la posibilidad de predecir el estallido de un volcán o la proximidad de un terremoto. Por otro lado, la ciencia social también se propuso reducir el sufrimiento generado por el orden laboral. Entonces, dos ambiciones utópicas: reducción del poder del azar, reducción del rango de la injusticia social. Contra esta idea de que el dolor es ineliminable de la vida social, se construye la obra de varios pensadores, fundamentalmente Schopenhauer quizás Sigmund Freud.
En los antiguos pueblos tribales, se disponía de un tipo de relación con el dolor que podemos denominar `relación heróica´. En ese cosmos de vida se permanecía en permanente contacto con el dolor a la vez que se lo dirige hacia un `afuera´, hacia los `otros´, los extranjeros, los bárbaros. La forma más habitual de relación con el dolor está emblematizada por el tiempo de guerra. En el mundo `heróico´se trata de disciplinar el espíritu a fin de que se encuentre `pertrechada´ para el inevitable encuentro con el dolor. Por ejemplo, toda la disciplina guerrera o todas las ascéticas tienen como fin preparar al alma para su encuentro con el dolor. Que uan persona tenga miedo en el campo de batalla, no resulta, a fin de cuentas, grave, siempre y cuando el alma pueda retomar control sobre sí. Si un guerrero es reducido a prisión, tampoco es grave, siempre y cuando el alma esté activa y operando una resistencia espiritual ante lo inevitable. De modo que el cuerpo sirve como escudo del alma. El cuerpo recibe los impáctos del dolor, pero lo importante es que el alma controle esos impactos, regule la desesperación, administre los estragos que la visión del cuerpo mancillado o humillado pueda operar en la conciencia.
En el mundo `cultural´o `religioso´, propio de la larga época del cristianismo, también la función de la disciplina ascética sobre el cuerpo consiste en prepararlo para el contacto con el dolor. En la la disciplina asociada a los cultos religiosos lo que se busca es acceder a la impasibilidad frente a la tentación o a los infortunios, pues las peripecias de la vida pueden conducirnos a imprevistos de todo tipo; la `rueda de la fortuna´ tanto puede favorecernos como sernos esquiva. O bien las tentaciones generadas por el `demonio´ acechan todos los días a la `carne´. Entonces, lo que buscaba la ascética cristiana es que el alma esté pertrechada para esso encuentros. Si una persona se ve tentada por los siete pecados capitales, no es grave, mientras pueda retomar el control del cuerpo, si puede arrepentirse; en definitiva se trata de tener `poder sobre sí´.
En el tercer tipo de época histórica, que es la nuestra, que algún autor ha llamado `sentimental´ o `burguesa´, se huye del dolor, pero no se pertrecha al alma para que esté preparada para ese contacto. ¿Por qué razón? Porque en la modernidad no hay diferencia entre alma y cuerpo: lo único que vale es el cuerpo, sea como fuerza de trabajo en el ámbito laboral, o como apariencia en el mundo de las relaciones sociales, ya sea como mercancía carnal o cuerpo performativo (préstese atención a la importancia que asume en este momento la industria biotecnológica, erótica y dietética con relación al cuerpo). El decir que el cuerpo no tiene ninguna defensa en el mundo moderno cuando ingresa en cntacto con el sufrimiento; sencillamente el cuerpo, en vez de servir de `escudo del espíritu´, recibe el impacto del sufrimiento en toda la línea.
De allí la importancia del confort en la vida moderna, que tiene como función resguardarnos de la inclemencia de la vida industrial y urbana moderna, en la que el sufrimiento opera como una suerte de `arma arrojadiza´, como amenaza indiscriminada. Pues el dolor ya `no culpa a nadie´, por ejemplo a los `ricos´, o al `imperialismo´. Entonces, la lucha por la existencia, ideología propia del `darwinismo social´, regula la existencia en la época sentimental. Ysólo el refugio de la intimidad permite eludir momentáneamente a los mandatos despiadados de los procesos laborales o de la soledad urbana o del tedio u aburrimiento modernos o bien del juego de relaciones sociales en los que hay que venderse como `apariencia´. La tecnología tiene como función ofrecer confort al ser humano asediado y concederle esparcimiento en un mundo inclemente: nos anestesia contra el dolor. Ella asume la función del discurso y las prácticas consolatorias propias de una época anterior en la que la religión apaciguaba el sufrimiento. Pues la modernidad técnica supone un tipo de vida que somete al ser humano a las mismas exigencias que se le hacen a una máquina. Entonces, ¿qué tipo caracterológico de ser humano ha sido necesario definir y construir a fin de poner en marcha la máquina de la sociedad tecnificada? En el siglo pasado todavía se podía hablar de `individuos singulares´, de entes políticos liberales, pero el siglo XX ya inserta a los individuos en organismos de rango estadístico, sean sindicatos, empresas de seguros de vida, tarjetas de crédito, jubilación garantizada por el Estado, abonos a Internet, o la industria farmacéutica que trata con los síntomas depresivos o las terapias intensivas que prolongan artificialmente la vida o la hipoteca bancaria sobre el propio futuro. Al dejar caer sobre el cuerpo la coraza protectora del alma, ahora no hay diferencias entre alma y cuerpo, solo los `acolchonadores artificiales´ nos permiten sostener la relación con el dolor. En un doble movimiento, insertamos nuestros cuerpos `máquinas de excitación´ a la vez que nos privamos sensorialmente a fin de eludir las experiencias vitales que podrían generar sufrimiento, tanto individual como colectivamente."
Autor: Christian Ferrer.

Definitivamente estamos mucho más alienados (por la técnica ) de lo que nos podríamos imaginar, ¿no?

jueves, 5 de junio de 2008

Fidel

En octubre de 1917, se proclamó la revolución en Rusia. Los hechos de la revolución rusa fueron a contrapelo de los análisis de Marx, acerca de que la revolución y el éxito de la lucha de la clase trabajadora se llevarían a cabo en los países desarrollados y altamente industrializados. Así fue como el "eslabón más débil de la Europa moderna e industrial", la Rusia de principios de siglo logró, en 1917, la revolución de trabajadores y campesinos, tan anhelada por Marx.
Similar fue el caso de la revolución cubana en 1959. Luego de haber sufrido años y años de gobiernos corruptos, asesinos, explotadores y cooptadores de movimientos varios pseudo - reformistas, como los de Machado en 1933 y Batista (entre 1940-1944 y luego en 1952-1959), finalmente el pueblo cubano y la guerrilla, dieron fin a todo eso y proclamaron la revolución.
No obstante esto así solo, puede quedar descontextualizado. Porque el otro actor de central importancia en el atraso que venía sufriendo Cuba en esos años, del bloqueo sufrido posteriormente son, naturalmente, los yanquis con sus eternas intencions intervencionistas.
Dos hombres fueron de los más recordados en la historia por ese proceso emancipador. Uno fue Ernesto "El Che" Guevara. El otro fue el comandante Fidel Castro. Ambos fueron revolucionarios en serio, tuvieron convicciones en sus ideales y no se quedaron solo en lo teórico o en el pensamiento, si no que hicieron mucho por la revolución.
Por lo tanto, esto va dedicado a los protagonistas de la revolución socialista en latinoamérica: el pueblo cubano, los trabajadores, el Che y el macho Fidelito (a él va dirigido el post y con esta última argumentación espero dar por tierra con todo tipo de personalismo en los procesos sociales).



"Hay hombres que luchan un día
y son buenos.
Hay otros que luchan un año
y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años
y son muy buenos.
Pero hay los que luchan toda la vida:
Esos son los imprescindibles".

Bertolt Brecht

martes, 3 de junio de 2008

El fascismo yanqui

Algunas consideraciones acerca de la política y la ideología fascista/imperialista que caracterizó desde siempre a los Estados Unidos:
Se acaba de dar a conocer que Barak Obama quedó como el candidato demócrata a presidente en los próximos comicios. Algunos medios como La Nación, han dado a conocer el hecho como la primera candidatura de un negro en el país del norte, lo cual no deja de ser cierto y loable para la gente de esa raza que hace años y años pugna por un trato libre e igualitario junto a los demás. No obstante, merece la pena hacerse una salvedad. Obama, como negro con grandes posibilidades de alcanzar el poder, está mucho más cerca de otros representantes de su raza como Collin Powell o Condoleeza Rice, que de hombres como Martin Luther King o Malcom X.
¿En que se basan estas afirmaciones? Se basan en que las políticas que aplicarían los demócratas no distan mucho de las que tomarían los republicanos, en caso de que ganaran las elecciones. Obama, dejaría el muro con Méjico intácto, para contrarrestar la marejada de inmigrantes ilegales que intentan pasar la frontera (fenómeno que tiene carácter global y afecta notablemente a Europa que cada vez adopta políticas más restrictivas en este sentido), mantendría fluída su cooperación con las políticas sionistas (que a su vez también mantienen un muro de concreto y represión a los pueblos palestinos) que sirven a los intereses estadounidenses de control de esa zona del oriente, y por último la creciente intervención en latinoamérica de sus ejércitos.
Es claro que los E.E.U.U. se han caracterizan por ser un país fascista. Después de todo, el fascismo, no es más que la expresión capitalista del control político por medio de la violencia y la coacción (en especial y en última instancia, hacia la clase trabajadora).
Datos de color; algunas figuras del metal, en base a su postura política:
- Aliados a las políticas de G.W.Bush: Alice Cooper, Gene Simmons y el más nefasto de todos, Ted Nugent.
- "Progres": Dave Mustaine...
Vale recordar lo expuesto por Michael Moore acerca de lo aquí expuesto, en su Bowling For Columbine.
Por último, una imágen muy representativa del fascismo yanqui. Es de alguien que, oh casualidad hoy en día es gobernador (caso similar al de la bestia de Reagan). Sí, me refiero a Arnold:

jueves, 29 de mayo de 2008

Trabajo periodístico: la anti - noticia

Un incendio se registró el 12 del pasado mes de Mayo en un departamento de un edificio situado en el barrio porteño de Palermo. El fuego se desató en el piso 11 de una torre de Córdoba al 3500. Al menos dos personas resultaron heridas. A 21 días del siniestro, y según G. Sánchez -habitante de dicho edificio-, “el consorcio no quiere hacerse cargo de los gastos de reparación”.

El incendio registrado en la tarde del pasado mes de Mayo en un departamento de un edificio situado en el barrio porteño de Palermo, no causó victimas fatales, ni heridos de consideración. No obstante esto último al menos dos personas resultaron heridas, las cuales según se presumía, eran los ocupantes de la vivienda donde se desataron las llamas. Fuentes policiales informaron que el incendio se produjo en el piso 11 del edificio de Córdoba 3523, que fue rápidamente evacuado.

A causa del incidente, y con suma urgencia, acudieron al lugar cinco dotaciones de bomberos de la Policía Federal que trabajaron para sofocar las llamas, se concentraron en tareas de enfriamiento en toda la zona damnificada y evacuaron por precaución a todos los ocupantes del edificio. Las ambulancias del SAME tuvieron que atender a varios de los ocupantes de la torre por haber aspirado monóxido de carbono. Para que los bomberos pudieran trabajar en el edificio, la Policía cortó el tránsito de la avenida. Dado el intenso tránsito que circula a esa hora (casi las 19) por Córdoba, se produjo un caos vehicular en la zona. La avenida se cortó desde Gascón hasta el 3800, lo mismo que la calle Mario Bravo.

En aquel viernes 12, al llegar el ocaso ya se hacía evidente para cualquiera que transitara por la avenida Córdoba -en el barrio de Palermo-, que algún tipo de calamidad o siniestro acontecía en las inmediaciones de la zona. Indudablemente el embotellamiento del tránsito era inusual, aún a esa hora. A unas cinco cuadras antes de llegar a Córdoba y Mario Bravo se podía encontrar al personal de la Policía Federal advirtiendo sobre el incendio –en dicha intersección-que había causado el corte de transito a los conductores. Bocinazos, abruptas frenadas, quejas y ruidos varios se podían apreciar como reacción de conductores y peatones sorprendidos.

Al llegar a Córdoba al 3400 el tránsito vehicular debía desviarse por Billinghurst, esquina donde el embotellamiento era un caos. Una vez arribado a la calle donde se había producido el incendio, se podía advertir el trabajo de los cuerpos de bomberos, que habiendo aplacado ya las llamas, cerraban la llave de paso. Restos y piedritas de los balcones caían aún a causa del chorro de agua.

Junto al cordón policial, gran cantidad de peatones y curiosos se amontonaban para observar la resolución del siniestro y la restauración del orden. No obstante esto, se podía observar que no todos respetaban esta barrera. Algunos la traspasaban para llegar a sus hogares y otros para entrar al videoclub que se encuentra en la planta baja del edificio.

A 21 días del siniestro G. Sánchez vecino del edificio, declaró ante este cronista que “el consorcio no quiere hacerse cargo de los gastos de reparación. Es un escándalo que el costo de las reparaciones por el incendio en el piso 11, recaiga en nuestras expensas”. De todas maneras, merece la pena destacarse que la otra catástrofe acontecida el 21 del mismo mes, en la avenida Pueyrredón 1316, tuvo peores consecuencias que el incendio de Córdoba 3523. La explosión y posterior incendio en el primer caso, acarrearon muertos y heridos, mientras que en el segundo, las llamas no representaron más que un susto para los vecinos del edificio. Por suerte, esta calamidad no tuvo graves consecuencias que lamentar, fuera del conflicto de los vecinos con el consorcio.

Advertencia: el título que le puse a este post, tiene la siguiente razón de ser. La crónica de los hechos descríptos en el presente trabajo la hice hace dos años para una materia de la facu. O sea esto pasó, es verídico, pero paso hace mucho. Por lo tanto de noticia tiene poco.
No obstante tenía ganas de ponerlo, porque la idea es que a mí me gustaría ser periodísta, para eso me estoy preparando para licenciado en Cs. de la Comunicación. Y después de todo, es lindo exhibir el trabajo de uno ante los demás.

sábado, 24 de mayo de 2008

Una banda para tener en cuenta (descargas)

Luego de días de sumergirme en apuntes, libros y textos académicos, vuelvo a la carga. Para hoy pensé en dedicar la presente publicación de este blog a una banda que realmente vale la pena conocer. Sumado a eso, dejaré enlaces de los discos tratados.
La banda en cuestión se llama Sleepytime Gorilla Museum. La música que hacen podría definirse como rock/metal progresivo, bastante interesante según lo que ya oí. La particularidad de esta banda, que me llamó mucho la atención, es aquello que abordan en las letras que componen. En sus letras tratan temas como las vanguardias estéticas del siglo pasado, como el surrealismo o el dadaísmo, eso además de las ricas influencias que se notan en su música, tanto de otros géneros, como de otras bandas consagradas del rock progresivo, sinfónico o ambiental.
Una reseña de la banda, hecha por la persona que se tomó el trabajo de brindar la información y los discos sobre esta banda:
"Para los que no la conocen, Sleepytime Gorilla Museum es una banda constituida en Oakland, California, en la que conviven el jazz, el heavy metal, el avant rock, el dadaísmo, la experimentación y el minimalismo (EXCELENTE y RECOMENDABLE]. Tienen un sonido personal y una estética definida con canciones a veces oscuras de gran calidad formal e interpretativa. Son una especie de derivado del desarrollo progresivo proveniente de King Crimson y Gentle Giant, con retazos de música minimalista al estilo de Sunflower, acá les dejo la discografía, espero que les guste"

Y los discos en cuestión:

Grand Opening and Closing



Temas:

1. Sleep is Wrong
2. Ambugaton
3. Ablutions
4. 1997 (Tonight We're Gonna Party Like It's...)
5. The Miniature
6. Powerless
7. The Stain
8. Sleepytime (Spirit is a Bone)
9. Sunflower
10. More Time (Reissue)
11. Flinch (Reissue)
12. Powerless (Reissue)

Descarga:

http://depositfiles.com/en/files/2879330


of Natural History



Temas:

1. A Hymn to the Morning Star
2. The Donkey-Headed Adversary of Humanity Opens the Discussion
3. Phthisis
4. Bring Back the Apocalypse
5. FC: The Freedom Club
6. Gunday's Child
7. The 17-Year Cicada
8. The Creature
9. What Shall We Do Without Us?
10. Babydoctor
11. Cockroach
12. (Hidden Bonus Track)

Descarga:

http://rapidshare.com/files/79368325/Sleepytime_Gorilla_Museum_-_Of_Natural_History.zip.html


In Glorious Times



Temas:

1. The Companions
2. Helpless Corpses Enactment
3. Puppet Show
4. Formicary
5. Angle of Repose
6. Ossuary
7. The Salt Crown
8. The Only Dance
9. The Greenless Wreath
10.The Widening Eye
11.The Putrid Refrain

Descarga:

http://depositfiles.com/en/files/2882513

Y eso es to - to - todo amigos. Por lo general no había hecho uso de mi blog para dejar disponibles algunas descargas de discos, pero realmente me pareció que lo de esta banda valía la pena divulgarlo. De hecho, quizás vuelva a hacerlo en alguna otra oportunidad.
Y como si fuera poco con lo que ya expuse sobre ellos, tengo que agregar también que sus videos son impresionantes. Se notan que quieren acompañar el concepto de sus líricas con imágenes que son muy grossas. Los tipos se producen auténticos cortometrajecitos a modo de video que son bien de la hostia. Como ejemplo de lo que digo pueden ver este video, este otro o este también.

sábado, 17 de mayo de 2008

Último plumazo de L.G.M.

Final de la trilogía de L.G.M. Comenzada hace un par de meses, esta imperdible publicación, que no se trata de otra cosa que de las auténticas colaboraciones de L.G.M. a este servidor y a este blog, llega al inexorable final.
Así como se ha anticipado, estos son sus últimos escritos (por ahora, quien sabe...), los que marcan su consagración e ingreso al Olimpo (de Bahía Blanca).
Pasen y vean, es un auténtico plumazo para (el ojo d)el lector:

La crítica la aclamó:

Times New Roman: “imposible perdérsela...lamentablemente”

Breeder’s Choice Award: “para leer con los ojos cerrados”

Página/80: “mala con M de patio de vecindad”

El Paisito: “en Europa no se consigue...por suerte”

La radio la puso en un pedestal:

FM Bitch (114.38): “me suena a algo ya visto”

FM Colón (97.16): “ojalá no hagan la película”

AM Uganda (1078): “lo que leí no me gustó”

Y la gente ya la consagró:

Pibe esperando el 85: “mirá, no te puedo comprar nada”

Borracho tirado en una vereda: “eeeeh, ¿qué quere’?”

Lector costumbrista: “una sucesión de eventos inconexos, donde se repiten muchas palabras”

Asociación de Psicólogos, Psiquiatras, Psicoanalistas y Psicoterapeutas: “nosotros lo vimos primero”

La siguiente historia debería estar auspiciada por el Instituto de Salud Mental del Gobierno de la Ciudad.

Prólogo

Iba caminando y de repente me asaltó una duda: ¿existiría la posibilidad de que me afanaran? El contexto favoreció la respuesta. No habré dado dos pasos, cuando escuché una voz adolescente alcoholizada. El clamor suburbano se tradujo en unas palabras que tenían la propiedad de carecer de sentido epistemológico, pero a la vez ser completamente claras y comprensibles: "Eeeh, amigo. No tene' un pesito pa' la birra."

Siempre fui un tipo amable, cariñoso, entrador, y hasta confianzudo (mitad confianza, mitad boludo). Mi concepto de ayudar a los demás era lo suficientemente fuerte como para ofrecer mi guía y consejo a cualquier individuo que dignase poner su mugrosa y despreciable apariencia frente a mí. Aparte me gustaba hablar con palabras "raras", para parecer como que sabía algo, aunque muy pocas veces mis oraciones obtenían sentido real (como si hablara en sentido figurado). Y, obviamente, me encantaba (parecía que hasta disfrutaba) ver el sufrimiento de mis lectores al encontrarse páginas enteras de comentarios del comentario, o el famoso "todo tiene que ver con todo".

Cuando volví a la realidad supuse que mi "amigo" deseaba una respuesta: "mirá loco, no tengo nada" atiné a contestar. Obviamente sin mucho tino, porque la réplica no se hizo esperar: "Dale loco, no te pongas en nada, eh, dame una moneda guacho." (mientras hablaba notaba el inconfundible aroma que exhibía exultante mi eximio ex-amigo. Yo, “somelier” por vocación, detecté inmediatamente la fragancia de un Uvita Fiesta macerado a baño maría por, digamos, una hora y cinco minutos, o sea, vino dulce caliente.

En mi afán por desprenderme de mi peculiar inquisidor logré escupir un: "no tengo nada loco, no, no tengo nada, no tengo nada, no tengo nada". Que fue precedido por un preciso precintaje de mi precioso y desprevenido rostro, o sea me pegaron tal cross de derecha que volé unos tres, cuatro metros con...si, siete centímetros con la mandíbula hecha garcha.

Mientras era requisado de mis pertenencias recordé como fácilmente me podría haber ido en bondi...

Coplas del Licenciado

Todo comenzó una mañana de diciembre del 23 de 2000. Me desperté, miré al despertador que se encontraba como habitualmente lo dejaba: apagado. Hoy era el día que había anhelado hacia ya tres años, la culminación de mis estudios universitarios como LCCR (Licenciado Contramaestre en Ciencias de la Recontra), carrera que cursaba a distancia hacía tiempo ya con sede única en la plazoleta de Retiro, sección sexta, archivo b2. Como toda carrera tenía sus problemas, idas y venidas, pros y contras, tejes y manejes. Y uno de ellos era, precisamente, la tesis final que era optativa: podías hacerla y tener buena nota, o podías no hacerla y sacarte un tremendo cero. Se podía elegir entre dos temas: las propiedades psico-culturales de pseudo-migración de los grillos africanos de patas redondas en el contexto socio-económico de la Segunda Guerra Mundial; el otro tópico se trataba de una experiencia única: unir la Capital Federal caminando desde la General Paz hasta Retiro, donde se entregaría el diploma y medallita simbólica con asistencia de los padres de la "víctima" y de un tío que sacaba fotos.

Como abundaba en mí el pensamiento irracional opté por lo segundo, contrariamente a mis compañeros, que al conocer mi decisión su respuesta fue unánime: pero...¿vo' ta' loco? Obviamente no reparé en aquella calidad de respuesta, ni siquiera en las palabras de mi viejo ("...pero, pero, pero...vos sos un pe-lo-tu-do...")

Con el apoyo incondicional de familiares y amigos, desperté esa mañana, me calcé las Naike (imitación parecidísima), me vestí lo más cashual y partí. El barrio se veía diferente, como si alguien hubiera repintado la vida color rojo. Pensé que sería una buena idea entonces sacarme la bufanda de la cara.

Vivía en el barrio de Lugano, y chistes aparte, el índice de violación por manzana cuadrada en verdulería boliviana iba en aumento. Las primeras alboradas del día me saludaron con su mejor cara, aunque yo, entre garca y dormido, no devolví el saludo. Los pájaros ensayaban dulces y alegres canciones sobre la primavera que parecía no llegar nunca (este tiempo loco loco). En lo alto de un edificio entre cables y modernismo barato se oía un cotorreo singular (la cotorra de Doña Pepa, que recibía cada noche visitas de hombres de plata y muchachos de cromo). Con un gestito de idea (tic-tic-tic), expresé mi desacuerdo con el panorama allí presente, al grito de: "¡Callate, vieja loca!"

Las siguientes cuadras se me hicieron largas, hasta que me di cuenta que había agarrado para el lado de provincia y pegué la güelta, vió. Divisé un pibito repartiendo diarios con su audaz bicicleta playera (o flashera, que para mi nivel de sangre en el cerebro, era lo mismo). Me sorprendió el giro imprevisto del muchacho, que al verme gritó: "eh, maestro: ¿La Nación, Clarín, Pagina 12?". "Dame un segundo" contesté.

En el diario Segundo (el segundo diario menos importante, con menos secciones y sin chistes, traía el exclusivo crucigrama de dos palabras, que nunca lograba descifrar), había una nota súper-exclusiva a una súper-modelo sin nombre...y sin nota, puesto que solo ilustraban la página 49 fotos en blanco y negro de su casa en Punta del Este, aunque, pienso yo que Punta está re-quemado. Consciente de que a este paso llegaría después del Mundial, silbé para llamar un taxi.

"¿Dónde vas pibe?", el hombre tenía un lunar que le recubría el ojo izquierdo y una cicatriz con forma de velador, quizás producto de algún tatuaje permanente. Me pareció que me miraba mal, quizás porque tenía una pupila más grande que la otra debido al monóculo que lucía flamante en su ojo derecho.

"Primero, a mí no me tuteas, y segundo, me hablás bien, que yo no soy tu mujer" aventuré. La calma que rodeaba al pacífico conductor del tacho, se vió invadida, en el transcurso de un par de nanosegundos, de algunas emociones básicas: Primero calma, luego sorpresa, para culminar con un odio, enojo, calentura, que soltame que lo mato, yo lo mato, yo lo mato. Acto seguido, y en un infinito acto de benevolencia, me enseñó una carabina de doble caño que guardaba debajo del asiento, y apuntándome al medio de la cabeza me invitó amablemente a descender del vehículo. Por lo general no tenía brillantes momentos deductivos, pero supuse que no era conveniente contestar.

Emprendí nuevamente la marcha atravesando parques, plazas, plazoletas, boulevards y otros espacios verdes (un mar de chicles de menta y gente tomando mate). Crucé y entrecrucé calles, pasajes, pasajitos, caminos y caminitos (como en La Boca, pero en Lugano, esos lugarcitos donde no te metés ni en pedito). Hasta que la vi, estaba hermosa, deslumbraba con sus sensuales movimientos y un suave contoneo la volvía deseable para cualquier hombre. La parada del bondi relucía con cada latigazo de sol y un delicado murmullo de fierrito que gira sobre su eje, la volvía una especie de calesita (pero negra, mucho más flaca, y sin pendejos encima).

Cuando me acerque a la parada, los futuros ocupantes y próximos compañeros de viaje me dedicaron una mirada fría y de reconocimiento. Hasta que uno de ellos se adelantó al resto y esbozando una cálida sonrisa, con una delicada voz dijo: "a la fila nene". Una señora de edad, prominente joroba...y edad, me dedicó un: “Que vergüenza, habrase visto...¡qué modales!”. El detalle del comentario no pareció inquietarme, aunque mentira, si no fuera mujer y vieja la recagaba a pedos. Nunca fui de defenderme mucho, era más que nada una persona agradecida de la vida, siempre la cabeza hacia abajo.

El bondi venía lleno, y presentí que iba a tener que cuidar mis bolsillos. La vieja paró el colectivo, pero al tiempo que éste reducía su velocidad, la anciana mujer recordó que no poseía monedas suficientes (o al menos eso me pareció), con lo cual realizó el fatídico gesto de negación con su bendito dedo. El conductor dijo alguna que otra maldición y se alejó rápidamente. Una mirada de asombro inundó los rostros de los frustrados pasajeros, mientras la vieja se alejó refunfuñando por lo bajo.

Mientras reanudaba mi patética marcha, comencé a recordar datos irrelevantes de porqué me encontraba allí.

La carrera de LCCR, que duraba tres años, constaba de 5 bloques subdivididos en 29 módulos con 14 niveles separados por una medianera de 1,20 metros. Aunque nadie llegaba a conocer la sede central de la facultad (todos los estudiantes se inscribían y tomaban clases vía Internet), se suponía que "era un lugar hermoso, donde todos tus sueños se cumplirían, y serías uno con el universo". El título obtenido nos daba la capacidad para ejercer control mental sobre los caballos, y poder comer 7 vainillas a la vez, además de ser aceptado en todos los baños públicos de las facultades del ramo.


Tres cuadras más tarde, paré para tomar un respiro, mis débiles pulmones no podían más, producto de años de respirar bajo el agua sin snorkel. Qué días aquellos de playa, quien pudiera...olvidar. Me encantaba disfrutar de la playa y de la arena, sobre todo cuando no se me metía en el ojo. Me hubiera encantado vivir un poquito más cerca, comenzaba a sentir los efectos secundarios de esa poderosa droga (dale, vení, si acá no te ve tu papito), la pachorra.

Pasaba al lado de un público, cuando éste comenzó a sonar. Como no había nadie cerca y me sentía un poco solo, y al pedo, levanté el tubo.

- Hola, por favor, hay alguien ahí, por favor conteste.- una voz lastimosa al teléfono.

- ¿Con quien quiere hablar, señor?

- Por favor, es la única llamada que tengo, ¡¡por favor no cuelgue!!

- Mirá, hacela corta que ando...muy ocupado.

- Escuche, por favor...busque el auto rojo, el auto rojo.

- Bueeeno, el auto rojo, listo.

- ¡Entienda que es un asunto de vida o muerte!

- Sí, ya entendí, entendí, entendí...¿podés creer que tengo un callo en la planta del pie?

- Uh, que feo, tendrías que usar el calzado adecuado.

- Si, probé con plantillas, pastillas, pero viviendo en la villa con tanta ladilla, es difícil.

- ¿Y probaste con un yogurt?

- Para mí, diet sin sabor, hay que cuidar el cuerpo, para no irse de cuerpo.

- ¿A propósito saber llegar Retiro?

- Es como ir a Uruguay, pero parás antes del río

- Joya, listo gracias fiera, nos vemos.

- Espera, espera, te acordás entonces el au...

Colgué entonces y enfilé para Uruguay.

Entregado a esas alturas al "placer" de caminar por la maldita calle en un asqueroso día, comencé a recordar lo bien que la pasaba cuando no estudiaba en la universidad, rompiendo las bolas todo el día, sin preocupaciones luego de 14 años de secundaria (me fui de viaje de egresados 6 veces, a base de 3/4 de liberado y promiscuas ferias del plato). Había decidido estudiar gracias a mi obstetra, que me dijo que él "probó y le gustó" (aunque nunca supe si se refería a la carrera...). Además, un primo lejano, hijo de un tío cercano, padrino de un amigo político, me la había recomendado ("vas a ver lo que es estudiar, pendejo de mierda, bueno para nada" había dicho textual).

Un grito me hizo volver a la realidad: "eh, pibe, ¿querés jugar? nos falta uno."El grito provenía de una canchita cercana, de hecho me encontraba al lado del complejo deportivo "El gato la mueve", donde unos púberes de pocos pelos se disponían a jugar al fútbol. Sin dudarlo respondí: "Mirá, no puedo, apenas nos conocemos, y no quisiera que se hicieran la cabeza que siempre voy a jugar con ustedes. Dame un tiempo para analizar las cosas y después si se da, se da." Los chicos me miraron sin comprender, y siguieron jugando.

Llegando al Italpark, unos chicos jugando al volley en la vereda eran atropellados por un aprendiz de conductor escapado del ACA ("la pelota no se mancha", dije recordando sabias palabras). El balón se acercó a mí fuera de control, lo detuve e hice tres jueguitos (por un problema de gastritis, llegaba a tres de puro pedo), la tomé entre mis manos, y la reventé con una pajita con firulete, de esas que tenía para tomar el café.

Entre humos y humaredas reconocí el emblema del club La Zamba, y amanecida como un querer, descansaba sobre su puerta un reluciente monopatín rojo, que sin dudarlo tomé, lo puse debajo de mi remera y salí corriendo.

Cuando mi adrenalina dijo: "o sea, todo bien, pero pará de correr", caí en la cuenta que había llegado a mitad de cuadra con un tirón en la gamba que ni te cuento. En la puerta de un garaje un perro sin vacunas me chumbó tan juete que mis ojos se volvieron de vidrio por un instante.

Sobre la esquina dobló un rastrojero de "la Misión de Jesucristo”, el nuevo reality show en el cual ganaba el evangelista que era echado más veces de los hogares, y si recibían un "andate a la mierda", recibían automáticamente un dedal de oro, para coserse la boca, pero con clase. Aprovechando el envión de la camioneta, me aferré a ella con mi monopatín, lástima el empedrado.

Al cabo de unas horas (porque paramos para tomar algo en la mitad), llegué a Rivadavia, donde la urbe me recibió con los brazos abiertos (y un lamentable olor a transpiración), agradecí a mis alegres compadres, que estaban meta guitarra y cánticos del "salvador". Me regalaron un volante que hizo las veces de pelotita, para finalizar como pajarito volador que se elevó, elevó, y elevó hasta aterrizar en la cabeza de un pelado que miraba culos.

Pasé por la puerta de un edificio, y un portero de dudosa nacionalidad me roció con la manguera (bah, me bañó el muy hijo de puta). A pesar del "disculpá flaco, no te vi", no pudo evitar que le revoleara el monopatín por la cabeza. "Voy a llamar a la policía, voy a llamar" se quedó repitiendo el indocumentado ese. No le di más bola y seguí camino.

Mientras me deslizaba en un océano de vendedores de Durachell (9 por 1 peso, aproveche señora), a lo lejos se ve una patrulla, y alguien grita: "¡allá viene la yuta!". Me metí entonces en los videos, mientras los gases lacrimógenos inundaban la avenida. Después de perder unos pocos pesos en un metegol con un chino mandarín amante de los cítricos, encaré para la puerta y volví nuevamente a la realidad.

Entre patrulleros e impunidad avancé raudamente. De un locutorio salió un judío que me vendió un sahumerio usado de sándalo por un peso. Nunca fui bueno para los negocios, pero creo que me choreó.

Sobre la vereda, confundida entre baldosas y baldosones, yacía inmóvil una moneda de 25 centavos. Sorprendido por el hallazgo (y un tanto codicioso), me agaché para recogerla, pero una stoncita de gorrita se arrojó al piso, y casi se queda con la moneda, de no ser porque le puse el pie antes de que sus mugrosos garfios se apropiaran de esta. La minita se levantó, me dijo alguna que otra puteada en jeringozo que no entendí y subió a un patrullero seguida de dos uniformados.

Cagado de hambre como estaba, empecé a mirar a ambos lados antes de cruzar, pero además hice un balance del dinero del cual disponía, que arrojó resultados previsibles: no tenía ni la mitad de una mierda. Un flaquito parado al lado de una vieja me preguntó: "¿te cabe, loco?". Ni lento ni perezoso, respondí: "tres menos cuarto". Sobre la mitad de cuadra paró un micro con la delegación islandesa de waterpolo. Lo reconocí al toque por el escudito: un viejo con capa mojando la trucha a quince grados bajo cero. Mientras sacaban fotos de bancos y realizaban cabriolas de alto riesgo, una de ellas se me acercó y me habló en algo que me sonó a brasileño, así que lo traduje enseguida (años de pasar el lampazo en un boliche brasileño me habían brindado esa capacidad).

- ¿Cómo andás? ¿Todo bien?- dijo ella.

- Bien che, acá ando, tirando. ¿Cómo te llamás?- repliqué con algo de sudor bajo la frente.

- (sin traducción, la mataron pobrecita) Ketinga Lakjetjuda.

- (aunque me pareció oír mal, me hice el boludo) ¿y que hacés en Argentina?

- Busco un pibe que me "ponga" al día.- dijo mientras me acariciaba el hombro.

- Si, tengo alguna que otra contractura, pero bueno, que se le va a hacer.

- (lo que dijo a continuación no lo entendí muy bien, porque mientras hablaba movía la lengua de un lado a otro) ¿tenés hora?

- Son las tres. Bueno, me tengo que ir che, cuidate flaca.

Linda piba, pero bueno, ojalá haya oportunidad de llegar a algo.

Después de unas cuadras, un estruendo me sobresaltó. Del ciber de la esquina se había escapado un púber con un mouse choreado. El gordo del ciber (un negro de 2 metros de alto, 50 de ancho y 15 de fondo, que laburaba de guardaespaldas de Piñón Fijo por las noches, los sábados castigaba niños en una matiné local, y creía en el amor verdadero a través de Internet) lo alcanzó a pesar de su contextura física y le rompió el huesito dulce con el mouse, diría yo. Cuando terminó, el gordo me miró con cara de malo y salí cagando.

Había corrido casi un kilómetro con pánico escénico, hasta que choqué con un eunuco que jugaba al solitario con un mazo de 40. Entonces, un aroma estimuló mi olfato como nunca antes. De un edificio en construcción, salía un humito, una barandita, un hedor a morcilla quemada...irresistible. Me acerqué con cara de hambre, salió un carpintero y me tiró un choripan, de degusté a gusto. "Le falta todavía, macho" dije. El tipo me miró, me volvió a mirar, y se quedó como pensando para adentro. A los pocos minutos me arrojó un machimbre que esquivé a tiempo, aunque impactó contra un tipo que vendía medias truchas. Terminé el chori y me alejé del lugar del hecho.

Entrada la tarde, y tras un largo caminar me pudrí, en el fondo de mi ser, de tanta pelotudez sin sentido y me dieron ganas de abandonar. Entonces ocurrió el milagro.

Una promotora de celulares me dijo: "pibe, ¿me cuidas el stand que me estoy meando? Te doy 10 pesos gratis en tu primer mes para llamadas a larga distancia". Sin entender mucho, pero con ganas de sentarme respondí: "Sí, andá nomás flaca".

Me habré sentado por algo más de dos horas, cuando escuché el incesante, insufrible, interminable "ringtone" ("y de dónde mierda se apaga esta poronga"). Después de tocar todos los botones mientras sonaba un tema de Pink Floyd, el celu (los de la high le decimos así) empezó a hacer ruidos como de impresora sin cartucho, y una fina, finiita humareda se escapó del asterisco. Después de una larga estática, a duras penas se escuchó: "tenemos a la piba, no llames a la cana, y hacé lo que te digo, si la querés ver con vida". Como, por lo general, no tenía buena memoria, tomé nota y saqué las ideas principales. Con celular nuevo y con tiempo para matar me dediqué a cumplir con los mandados del secuestrador, porque de última, la chaboncita zafaba.

El comercio y la economía eran moneda corriente en mi familia (mi viejo tenía una cadena de restaurante, choreada del biorsi de turno), así que con gran espíritu de comerciante, entré a una casa de empeño, para hacer plata el celular, después de todo:

a)no tenía nadie a quien llamar;

b)no me llamaba nadie;

c)si lo pongo en mi oreja lo apago

d)con los botoncitos tan chiquitos no enganchaba el cuatro;

e)me reventaba en el fondo del alma los ringtones;

f)era difícil de recordar el número.

Por todas estas razones, y por una cuestión de dinero obviamente, con gran pesar (mentira) vendí el celular.

"Que no, que le falta la tabla de Internet, que el modelo, y qué se yo”, el aceleradito con peinado de motociclista sin casco, y un caso agudo de Parkinson, me dio cinco pesos, y un papelito para un corte de pelo gratis.

Con el dinero en mano (un peligro total), entre al autoservicio "El Oriental Sonriente" y compré, tal como decía la lista, 1/4 de bondiola, 1/4 de matambre y 1/4 de pan de maní. Como tenía un hambre que ni te cuento, me terminé la bondiola y mitad del matambre, hasta que decidí que mejor guardaba un poco para los secuestradores.

Cuando llegué al lugar del pago, un paso a nivel en Primera Junta, presentí que había algo mal, la promotora estaba ahí esperándome sentadita, con una servilleta en el cuello y un mantelito en las rodillas. Tenía una sonrisa angelical, y unos ojos hermosos. La miré incrédulo, y al grito de "minga te voy a dar", di media vuelta y me tomé el palo.

Con todo mi cansancio soplándome la nuca, me tiré a descansar en un parque, a mirar a las palomas comer el pan que la gente les tira, y mientras reprimía el instinto asesino, me dormí.

Luego de interminables pensamientos impuros desperté. Me encontraba en el interior de lo que parecía ser un auto, que tenía sus interiores recubierto por una densa capa de color rojo. A mi lado un hombre de mirada firme y decidida, extendió su brazo para saludarme, pero debido al olor que despedía su delicada axila me desmayé.

Tuve un sueño extraño, me sentía volar por los aires descaradamente. Quizás fuera producto de haber sido lanzado desde el vehículo que me transportaba, cuando éste chocó contra una empanada que bailaba y pedía monedas. Luego de despertar (nuevamente), noté (yo notaba y anotaba mucho) que me hallaba, por esas cosas de la vida y del querer, cerca ya de la plaza once (a mitad de camino), y dentro de una de las aberraciones más oscuras y maléficas hechas por el hombre, una cancha de paddle. Quise consultar la hora, sin éxito, aparentemente la otra empanada que se alejaba corriendo (siempre vienen de a dos, tenga cuidado) me habría zarpado el reloj. Entre la oscuridad un bulto se acercaba corriendo, era el paraguayo dueño de la cancha, que me quería cobrar la hora. Después de mucho discutir, acepté dejar mi bufandita (tan linda y tan bonita, ¿porqué tuvo que suceder?) por los cinco minutos que estuve inconsciente.

En el bolsillo del pantalón encontré una nota (encontrar y notar eran constantes en mí): "...hola, quizás te hayas preguntado quién te rescató de la calle, disculpame pero andaba buscando alguien a quien insultar para sacarme la bronca y resentimiento social, y qué mejor que un pendejo de mierda como vos para hacerlo. Si buscas en tu ropa encontrarás restos de las pastillas para dormir que te di. Los moretones en tu frente, son obra mía, aunque el helado que tenés ahí, es cosa tuya. Chau, forro...y gracias por ser como sos..."

("¡Guau! Cuando lo cuente no me va a creer nadie...o capaz que si...aunque ni idea, porque esta letra parece mía...")

Sin darle mayor importancia al hecho seguí caminando, crucé en diagonal una calle, y fui interceptado por un Corsa rojo (no lo vi...¡salió de la nada!) con todas las boludeces impuestas en el manual del Gran Tuneador (dícese del flaquito que no tiene mejor idea que gastar grandes cantidades de dinero en ponerle el alerón a 45º con respecto al baúl, que no es baúl, sino un centro musical con entrada para dvd y sin salida laboral). Sonaba a todo volumen un tema de los muchos-monótonos-constantes-casi irritantes acordes de Dj Pongo (famoso por mezclar country, pop, soul, rock y chamamé para crear el feliz cumpleaños- el nuevo "hit" del verano que se viene "con todo").

Yo, bailaor (porque bailaba cada vez peor), tuve mi momento de locura loca, subí al techo del coche y empecé a saltar frenéticamente de un lado a otro. Cuando la jarana (y la futura inversión en un chapista) era demasiada, del auto descendió una figura masculina con exceso de musculatura con ganas de pegar. Me miró de reojo, me guiñó el ojo, y dijo (con una voz increíblemente dulce): yo a vos te cojo. En ese instante, y no en otro, comencé a temblar temiendo por mi integridad física (y masculina sobre todo). Sin mirar atrás corrí a grandes velocidades, para escapar de mi acosador (o sea, todo bien, pero no daba, vistesssss...).

Las luces de neón del parabrisas me iluminaron durante tres largas cuadras, hasta que, creo yo, se cansó. Al observar la traslación de la Luna iluminando el cuadrante oeste del hemisferio sur en un ángulo de 28º respecto de la horizontal, comprendí que me había perdido.

Mientras imaginaba como sería el mundo si no existieran los paréntesis (sin aclaraciones, ni dobles sentidos), caí en la cuenta que estaba en medio de plaza once. A mi derecha un hombre en un puesto de panchos se copó y me dijo: "...Jefe, ¿no quiere uno?" Rápido de reflejos como era respondí: "....No, gracias. Mierda no como..." El hombre me dedicó una mirada furtiva, tomó un celular que tenía al lado de la salsa golf, y dijo unas pocas palabras en un idioma irreconocible. Como estaba oscuro, tardé en darme cuenta que no era un inalámbrico como suponía en un principio, sino que se trataba de una espada de Power Ranger trucha que empezó a hacer una intermitente lucecita roja. Al grito de: "...¡¡por el poder de Greyskull!!...", se abalanzó sobre mí, empujándome al suelo. De no ser por mi tercer ojo de tigre, me habría dejado algún que otro hematoma. Aunque ni mi tercer ojo, ni la piedra filosofal enterrada en el orto, evitaron que me aplastara mis brazos con sus rodillas, pusiera la espadita de porquería alrededor del cuello y gritase: "...¡dame las llantas, guacho!¡rapidito, eh! Fue entonces cuando el espíritu combativo y de rebeldía adolescente sacudió todo mi ser. Y a los dos minutos estaba caminando nuevamente, pero descalzo.

Un brasilero que vendía ojotas me miró como con lástima, y me hizo una oferta bastante provechosa, o al menos eso creí, porque su acento canadiense era incomprensible. Así fue como terminé, siendo casi las cuatro de la mañana, bailando "la danza de la manivela" por un par de ojotas. A pesar de carecer completamente de capacidad artística, creo que lo hice bien. Cuando finalicé mi acto el brazuca (hablando mal y pronto) me miró asustado, dejó la bolsa de ojotas en el suelo y escapó corriendo (los artistas somos así...incomprendidos).

Empecé a deambular con una bolsa de ojotas por las calles, y decidí darle al transporte público otra oportunidad, sólo debía averiguar que colectivo me dejaba en Retiro. Sobre la puerta de una panadería local, un guardia de seguridad con olor a alcohol y barba de dos días, parecía la persona idónea. Luego de un exhaustivo análisis de la situación acordé con mis otras personalidades de entablar conversación, sólo debía utilizar la jerga (o juerga, dado el estado de mi potencial informante) para resultar convincente, y no levantar la perdiz en ese hábitat hostil.

-Disculpame viejo, masa, capo, amigo, maestro, jefe, campeón, ídolo, fiera, loco, locura, máquina, flaco, monstruo, padre, ¿no sabés que colectivo me deja en Retiro?

El hombre me dirigió una mirada despectiva hacia mi persona, y murmuró algo.

-¿Qué? (Realmente no me gustaba que me hablaran en ese tono, particularmente porque no entendía nada) ¿Qué dijiste?

El corpulento hombre se colocó delante mío con la velocidad de una gacela, y con un certero rodillazo me envió sin escalas al suelo. Para luego continuar golpeándome repetidas veces con su puño. Cuando comenzaba a alcanzar la cúspide de la inconsciencia, llegaron otros muchachos de seguridad privada, que solo dijeron:

- Pibe, pibe...¿estás bien? Despertate, dale.

- Mmmmmm.....mas o menos....

Acto seguido, comenzaron a propinarme todo tipo de golpes. Con todo mi conocimiento algebraico sobre paralelismo cuadragesimal, supe que debí haberme callado la boca.

Cuando desperté, me encontraba tirado en alguna calle, había amanecido hacia rato ya, tenía hambre, y encima carecía de mi bolsa de ojotas brasileras (fácil viene, fácil se va). Al menos conservaba mi calzado.

Mientras imaginaba qué sería de mi vida si imaginaba qué sería de mi vida, una horrible sensación me conmovió hasta el esfínter. La sensación de estar perdido, solo y triste en este mundo abandonado. Que se disipó como pedo en el viento, al notar con suma delicadeza que me hallaba frente al Obelisco. Si no fuera porque a esas alturas ya no importaba, me habría preguntado como llegar al centro.

Era ya la segunda vez que visitaba el centro, la primera había sido en el 91, gracias a un secuestro express que me dejó con un kilo de ravioles de ricota, una cacerola, y un extraño aroma a humillación, en medio de la Plaza de Mayo. Que locas épocas aquellas...me había tatuado el mentón con una leyenda que tiempo después sería fotocopiada a doble faz ("que se vayan todos"). En aquel tiempo con la mera transpiración perdía la piel, con lo cual mi tatuaje se diluyó rápidamente.

Mientras cruzaba la 9 de julio, miré al suelo, casi por instinto, y descubrí que sobre el cordón de la vereda se podía leer perfectamente "el auto rojo". Con la menor de las preocupaciones crucé la avenida. Del otro lado, un nuevo mundo (ni abierto ni cerrado, casi hasta dilatado) me esperaba.

Sara Patinheira era una muchacha de edad suficiente, que se ganaba la vida como dirigente sindical de la O.O.O.O. (Organización Obtusa de Ordeñadores de Ornitorrincos), una organización que estaba por encima de la ley, pero por debajo de la línea de pobreza (hacían bardo, pero se cagaban de hambre). Organización cuyo objetivo permanente era diferenciarse de la tan conocida y nunca bien ponderada harina.

Su vida había sido una constante lucha, era muy calentona y se agarraba a piñas con cualquiera. La respuesta de su médico de cabecera, el bisexual Dr. Lardo, había sido la misma: "...de vuelta te caíste de la cama, nena. Por Dios, ojalá nunca tenga una hija tan boluda..." Porque Sara, más que nada, era una soñadora, una artista, una pensadora, y sobre todo, muy buena jugadora de truco (le sobraban cualidades para el engaño, la trampa, el ardid, la treta, el simulacro y la mentira). O sea, como quien dice, era una minita bastante chamuyera. Pero como muchas adictas al pan rallado, condimentaba sus días realizando coreografías para programas de poca monta y medio pelo, en un intento por mostrarse fresca, sana y, ante todo, astuta.

Su media naranja era el Ingeniero en Factores Abióticos, el Sr. Aldo Sivi, quien fuera una eminencia en este campo (llegó a recibir el galardón al Ingeniero Más Flaco del Mundo, en una ceremonia llevada a cabo en un salón de fiestas que no incluía buffet), hasta su retiro en el '83 por la inflación que aquejaba sus investigaciones.

Desde aquel entonces se dedicó a coleccionar estampillas usadas.

Sara y Aldo tenían una vida simple, vivían en contra de sus principios, pero a favor del viento, en un hermoso, pero húmedo, bajel en Puerto Madero. A causa del accidente por todos conocido (el micro escolar que transportaba a los campeones locales de consumición de milanesa, que tras pisar un triciclo cayó sobre el Río, provocando maremotos y baños indeseables en la población aledaña), donde Aldo perdió su jopo, volvieron a tierra firme, en un momento crucial para el mundo, puesto que la A.D.E.G.A.P. (Asociación De Escritores y Gente Al Pedo) declaraba finalmente feriado nacional al Día del Arquero (en honor al guardameta que desapareció en la popular de conocido club de ascenso, tras una caída por 15 a 0).

La alegre parejita fue entonces de paseo por el centro de la ciudad de la furia, en una vorágine de helados de frutilla, partidos de tejo, y gente con brazos sudorosos. Todo iba deliciosamente bien, aparentaba ser un día particularmente memorable, hasta que se cruzaron con él. Su apariencia dejaba percibir inmundicia, idiotez y una sutil inteligencia. Lástima que habló, y echó cualquier expectativa por la borda.

- ¿Todo bien? ¿Qué es de tu vida?- pregunté casi con interés.

- (La muchacha me otorgó una mirada de desconcierto, mientras el supuesto acompañante comenzaba a mirar mal) ¿Te conozco?

- Obvio que sí, soy Carlos, Carlos Santana, el chico que te chifló en aquella marcha por los derechos de los zurdos vagos y alcohólicos, ¿me vas a decir que no te acordás?

- (La mujer levantó la ceja izquierda y respondió en un tono un tanto extraño) Debe haber sido mi hermana gemela malvada, que siempre anda por ahí con su rifle de aire comprimido disparándole a los jilgueros.

- (El hombre que estaba con ella se adelantó y habló con voz de fumador con catarro) ¿Te está molestando?

- Sí, pero no importa, cuando precise escuchar la opinión del proletariado, te aviso.- respondí rápido y sagaz.

El hombre miró sin ver, y como quien no quiere la cosa me propinó un pequeño empujón, provocándome una caída estrepitosa. "Ya vamos a hablar de esto más tarde..." le escuché decir, y se alejó. La mujer se agachó, me acarició la oreja y me dejó una tarjeta azul. "Llamame..." me susurró al oído antes de irse. Mientras pensaba que hacía yo para merecer esto, me incorporé.

La tarjeta azul tenía gravado en letra gótica la leyenda: "Tu fantasía hecha realidad". No figuraba teléfono ni dirección alguna. La guardé y seguí adelante.

Luego de atravesar el inmenso mar de humedad, mala onda y motitos de delivery (y gente por todos lados), logré llegar a tan sólo unas cuadras del Río de La Plata, y próximo a mi destino, donde me aguardaban impacientemente (imagino yo) para la celebración tan esperada. Sólo deseaba que me hubiesen guardado al menos un sándwich de miga, aunque, como todo asalto que se precie de serlo, los chicos traerían la bebida y las chicas la comida, con lo cual mi falta de bebida me quitaba el virtual derecho a comer. A lo largo de la ribera subtropical con estación seca (pero lo que mata es la humedad), y mientras sufría constantes ataques de xenofobia, justo enfrente mío un taxista machista le revoleaba una revista pacifista a un velocista comunista que corría de aquí para allá, como loco.

Una luz roja me encandiló de repente, era un prístino e impecable auto rojo, del cual descendió una esbelta joven que al principio no reconocí, pero cuando se sacó el zapato izquierdo y me arrojó una media masa que guardaba allí, supe que era una mis tantas fanáticas que quedaron de aquel concierto de batucada, palillo y afines, del que había participado hacía ya 14 años. Luego de indicarme de forma muy clara, que le había "cagado la vida", se alejó corriendo. A pesar de mis esfuerzos por pedir perdón, no logré evitar que se arrojara al agua.

Continuando con mi ardua caminata, bajo un sol incandescente, y ciertamente resignado al hecho que ese iba a ser mi medio de transporte por las próximas cuadras, divisé un gato que se meneaba para aquí y allí. Se acercó y dijo: "miau". Un objeto debajo del felino me llamó la atención. Era una tarjeta que rezaba: "Se han juntado los elementos, sólo falta la llegada del elegido". No sé por qué, pero al leer eso me dio hambre...

El tránsito había sido cortado en dos cuadras alrededor de la plaza, parecía que una celebración importante se llevaría a cabo allí. Bueno, al menos eso era un alivio, a esas alturas si no era una Fiesta con F de ¡fuaaá!, entonces...¿qué onda?

La plaza rebosaba de un verde limpio y vívido, casi como un moco. Mientras me acercaba al centro de la misma, divisé un par de bancos que yacían en las proximidades en un intento por ser "tenidos en cuenta"...o quizás habían sido rechazados por la sociedad que los oprime cada día más (en especial por la gente obesa). Cuando encontré una reposera libre de la maquinaria ciega, me senté a esperar al resto de mis compañeros.

Después de media hora caí en la cuenta que la plaza estaba desierta, sólo había unas cuantas latas de vaselina vacías, alrededor de 200 cajones de sidra vacíos, vasitos de feliz cumpleaños, y una máscara de payaso. Además, claro está, de la sangre regada por todos lados. Evidentemente la habían pasado mejor que yo. Pero el hecho de no haber nadie me preocupaba ya que, por lo general, estos lugares estaban súper-poblados y súper-sudorosos.

Y encima no había nada para comer, lo cual me descontroló.

Siempre mantenía una paz interior, a base de pelear con las voces en mi cabeza, contradictorias ellas, histéricas se podría decir. Aunque al encontrar un cartel pisoteado en el piso con la inscripción: "No hay premio para vos, llegaste tarde forro", la vista se nubló, y una expresión sombría recubrió mi rostro.

Diría yo que son éstos los momentos que le dan sentido a la vida, la calma que sentía hacía unos instantes se fue a dormir temprano, y sobrevino la cólera (aunque ni agua quedaba ya). Con mi honor manchado de sudor y humillación, me acerqué hasta la vereda, donde a lo lejos se veía un auto rojo.

"Otra vez el auto rojo...¿¿¿¡¡¡Pero qué mierda quieren que haga con el auto rojo!!!???"

El auto se detuvo frente a mí, sus vidrios polarizados reflejaban mi furia. Lleno de ira, arranqué la rama de un árbol y, con un grito primal prematuro, salté sobre el techo del coche. Dotado instantáneamente con la fuerza de un infradotado, destruí el vidrio delantero con la rama (y sí, la rama te mueve). Mientras hablaba lenguas prohibidas, a lo lejos se escuchaba la sirena de una ambulancia, cada vez más cerca. Cuando iba a desenmascarar al conductor, el ruido me perforó los tímpanos, y me desmayé del susto.

"Eso fue lo que ocurrió, señor abogado ¿No lo ve usted? ¡Soy súper-inocente!" dije

El policía a la derecha de la habitación me miró con cara de pocos amigos, y me volvió a repetir: "Pero...¿a quién le estás hablando, pibe? ¿No te das cuenta de lo que hiciste? ¿¿Del crimen que cometiste?? ¿¿¿Pero no te das cuenta??? Tus padres estaban preocupados por vos ¿no te parece que sos bastante grandecito como para hacer semejantes boludeces?"

El celular del policía hizo un ruido, y alcancé a escuchar: "...la Sra. Sandra Patterson y el Sr. Alejandro Stevie han llegado, los estoy haciendo pasar en este momento..." El policía se volvió hacia mí y dijo: "Bueno Carlitos, espero que esto te haya servido de lección, ¿eh, nene? ¡¡¡Me escuchaste!!!"

Dos personas ingresaron a la habitación, me dedicaron una cara de fastidio, y comenzaron a murmurar algo en un idioma extraño. Con mis pobres conocimientos del castellano, a duras penas traduje sus palabras: "...lo dejaste salir de nuevo...", "...pero te dije que había que poner dos candados en su celda...¿te lo dije o no?...", "...no, si este pendejo no aprende más así, vamos a tener que ponernos más persuasivos..."

Luego me miraron y dijeron: "Yo no sé que tendrás en la cabeza, pero no te volvés a escapar más...¿entendiste?¡¡¡Pendejo de mierda!!! ¡Me voy a encargar de que no pienses o imagines más!

Epílogo

Ahora volvieron los viejos tiempos. "Tiempos electrizantes", como diría mi papá mientras se aproxima con esos cablecitos. Tiempos donde imaginar es un crimen, y está socialmente condenado. Tiempos donde se premia lo cotidiano y pierden los originales. Tiempos donde una idea...ah, perdón, comenzaron los choques...y ahí viene mami con las pastillitas...hoy creo que me toca la azul.

Tiempos donde el pensamiento lateral está...a un costado.

Una historia de Luciano Gabriel Mamani

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