(Del 11/02)
Sigo escribiendo y contando sobre el día a día del viaje, a pesar de que en 21 días sólo tuve conexión 10 minutos. En algún momento llegará la conexión y se enviarán.
Hace media hora nos fuimos de Trinidad y ya estamos de viaje a Cienfuegos. El día está lindo, soleado y no tan fresco como las mañanas anteriores.
Ayer a la mañana visitamos uno de los museos más interesantes de Trinidad, el de la lucha contra los bandidos. El nombre del museo y lo que en sus salas se exhibe, alude al período posterior a la revolución en el que se organizaron milicias estudiantiles y obreras para combatir y aplastar a la contra integrada por la burguesía cubana y financiada por la CIA. Hay salas dedicadas al desarrollo y a la eficacia de las milicias revolucionarias en frenar a la reacción, como también otras salas dedicadas a las armas, insignias e inclusive comunicados oficiales de la contra de aquel entonces. Ejército cubano anticomunista, Alpha 66 y porquerías por el estilo, con comunicados tan reaccionarios y de una concentración de macartismo que rozaban lo burdo. Como el museo está instalado en lo que era la iglesia principal de la ciudad, pudimos acceder al mirador, con una vista muy linda y amplia de Trinidad.
Al mediodía se nos ocurrió probar con un restaurante diferente para ir a almorzar (de los precios carísmos, la regla en Trinidad, no pudimos escapar. "1851" no se cuanto, su nombre y fue tan, pero tan malo, que ni vale la pena acordarse de los pormenores. Lo cierto es que confirmó nuestra máxima en las vacaciones: "restaurante bueno encontrado no se abandona"; así fue que para la cena volvimos a "Bella Trinidad", lo mejor para comer allá.
Como el sol estaba muy intenso, luego de buscar un museo sobre religión afrocubana (que se llama "Omi Oñi, si no lo leí mal) que anunciaba la guía pero que resultó que no estaba en ninguna parte, nos fuimos a descansar.
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